WASHINGTON (AP) — El Departamento de Justicia gestionó formalmente el jueves reclasificar a la marihuana como una droga menos peligrosa, en un histórico cambio de la política antinarcóticos estadounidense.
Una norma propuesta enviada al Federal Register —el diario oficial del gobierno— reconoce los usos médicos del cannabis y admite que tiene menos potencial de abuso que otros estupefacientes más peligrosos. El plan aprobado por el secretario de Justicia, Merrick Garland, no legalizaría a la marihuana completamente para fines recreativos.
Ahora la DEA aceptará comentarios públicos sobre la propuesta en un proceso que podría ser largo. De ser aprobada, la norma retiraría a la marihuana de su clasificación actual como una droga de la Clasificación I, donde también están la heroína y el LSD. En lugar de ello, el cannabis se ubicaría en la Clasificación III, junto con la ketamina y algunos esteroides anabólicos.
La medida se da tras una recomendación del Departamento de Salud y Servicios Humanos federal (HHS, por sus siglas en inglés), que lanzó una revisión del estatus de la marihuana a petición del presidente Joe Biden en 2022.
Biden también ha tomado medidas para indultar a miles de personas condenadas a nivel federal por la posesión simple de marihuana, y ha pedido a gobernadores y autoridades municipales que adopten medidas similares para cancelar las sentencias condenatorias.
"Esto es colosal", dijo Biden en una declaración en video. "Demasiadas vidas han sido puestas de cabeza debido a un enfoque fallido hacia la marihuana, y estoy comprometido a corregir esos errores. Tienen mi palabra".
El anuncio en un año electoral podría ayudar al demócrata Biden a incrementar el apoyo que le da el electorado. Dicho respaldo está disminuyendo, particularmente entre los votantes más jóvenes.
El aviso por parte del Departamento de Justicia da inicio a un periodo de comentarios de 60 días seguido de una posible revisión por parte de un juez administrativo, un proceso potencialmente largo.
Biden y un número cada vez mayor de legisladores de los dos principales partidos políticos han estado presionando para que se adopte la decisión de la DEA, en una época en que la marihuana se ha despenalizado y tiene cada vez más aceptación, especialmente entre los jóvenes. Algunos argumentan que la reclasificación no va lo suficientemente lejos y que más bien al cannabis debería dársele el mismo trato que al alcohol.
El líder de la mayoría demócrata en la cámara alta, el senador Chuck Schumer, elogió el cambio y pidió se adopten medidas adicionales encaminadas a la legalización.
El Consejo del Cannabis de Estados Unidos, un grupo comercial, dijo que la norma propuesta "marcaría un cambio tectónico que se alejaría de las políticas fallidas de los últimos 50 años".
El Departamento de Justicia indicó que los datos disponibles revisados por el HHS muestran que, si bien la marihuana "es vinculada con una alta incidencia de abuso", ese potencial va más en línea con otras sustancias de la Clasificación III, según la regla propuesta.
Las recomendaciones del HHS son vinculantes hasta la presentación del borrador de la norma, y Garland estuvo de acuerdo con esa agencia a efectos de iniciar el proceso.
De todas formas, la DEA aún no ha establecido su propia determinación con respecto a la clasificación que debería dársele a la marihuana, y prevé aprender más durante el proceso de reglamentación, señala el documento.
Algunos críticos alegan que la DEA no debería modificar su posición ante el cannabis, y dicen que su reclasificación es innecesaria y podría derivar en efectos secundarios dañinos.
El doctor Kevin Sabet, exasesor de políticas de drogas para la Casa Blanca y ahora integrante del grupo Smart Approaches to Marijuana (Enfoques Inteligentes ante la Marihuana), dijo que no hay información suficiente que respalde pasar el cannabis a la Clasificación III.
"Según hemos sostenido durante todo este proceso, se ha vuelto innegable que la política, no la ciencia, es el propulsor de esta decisión y así ha sido desde el principio", declaró Sabet.