Quito, 8 jul (EFE).- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, aseveró este lunes que "los mexicanos siguen felices con las relaciones comerciales" con el país andino, pese a que los vínculos diplomáticos están rotos desde abril pasado tras la incursión policial a la embajada mexicana en Quito para detener a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa.
Así lo señaló en una entrevista con Radio Sucre, en la que apuntó que "México exporta cerca de 800 millones (de dólares) a Ecuador, y Ecuador no exporta ni 300 millones".
"Tenemos un déficit de casi 600 millones de dólares de balanza comercial con México, es de nuestros peores socios, (Ecuador es) de los mejores para ellos", afirmó.
El gobernante suramericano aseguró que no han tenido comunicaciones recientes con México al ser consultado por las relaciones con la electa presidenta de ese país, Claudia Sheinbaum, que sucederá a Andrés Manuel López Obrador, quien rompió las relaciones diplomáticas con Ecuador.
La invasión a la Embajada de México por parte de las autoridades de Ecuador se produjo en medio de una crisis diplomática entre ambos países, y cuando el Gobierno de López Obrador concedió el asilo a Glas, sobre quien pesaba ya una orden judicial de detención.
Glas, que fue vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y de inicios del mandato de Lenín Moreno (2017-2021), rechaza los cargos en su contra y se declara un perseguido político.
El exvicepresidente había ingresado a la sede diplomática de México el 17 de diciembre de 2023 y tres días después solicitó asilo. Posteriormente, la Fiscalía lo procesó por presunto peculado (malversación de fondos públicos) en las obras de reconstrucción tras el devastador terremoto de 2016.
Glas, quien ya había estado cerca de cinco años en la cárcel, debe terminar de cumplir la pena de ocho años de prisión por dos condenas por corrupción (cohecho y asociación ilícita), emitidas en 2017 y 2020, respectivamente.
México y Ecuador se han contrademandado ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por los hechos ocurridos el 5 de abril, con acusaciones mutuas de haber transgredido convenios y normas internacionales.
Mientras México acusa a Ecuador de romper la inviolabilidad de sus sedes diplomáticas, el Gobierno ecuatoriano sostiene que el Ejecutivo mexicano transgredió el derecho internacional al interferir en asuntos internos, abusar de la inmunidad diplomática y violar las normas de asilo que impiden dar ese beneficio a personas condenadas por tribunales ordinarios y procesadas por delitos comunes.