OMAHA, Nebraska, EE.UU. (AP) — Residentes comenzaron el sábado a revisar los escombros dejados por un tornado que azotó el área suburbana de Omaha, Nebraska, demoliendo casas y negocios cuando se desplazaba por varios kilómetros hacia tierras de cultivo y fraccionamientos, antes de golpear una ciudad de Iowa.
Los tornados de la noche del viernes causaron estragos en la región del centro-norte de Estados Unidos, provocando el derrumbe de un edificio con docenas de personas en su interior y destruyendo y dañando cientos de casas.
Sin embargo, no se han reportado fallecidos, y menos de dos docenas de personas recibieron tratamiento en hospitales del área de Omaha, indicó la doctora Lindsay Huse, directora del Departamento de Salud del condado Douglas, en esa ciudad.
"Es un milagro", dijo, destacando que ninguno de los lesionados de la ciudad se encuentra en estado grave. En cada una de las comunidades vecinas se reportaron unos cuantos lesionados.
Los daños producidos por los tornados comenzaron la tarde del viernes cerca de Lincoln, Nebraska. Un edificio industrial en el condado Lancaster fue alcanzado, provocando que se derrumbara con 70 personas adentro. Varias personas quedaron atrapadas, pero todas fueron evacuadas y ninguno de los tres lesionados está en grave riesgo, informaron las autoridades.
Uno, o posiblemente dos tornados, se desplazaron lentamente durante cerca de una hora a Omaha, dejando un rastro de daños que corresponden a un tornado de intensidad EF3, con vientos de 127 km/h (135 mph) a 265 km/h (165 mph), explicó Chris Franks, meteorólogo de la oficina de Omaha del Servicio Nacional de Meteorología.
Finalmente, el tornado golpeó el vecindario de Elkhorn en el oeste de Omaha, una ciudad de 485.000 habitantes y una población de cerca de 1 millón en su área metropolitana.
"Apenas logramos llegar al sótano y luego, escuchamos la destrucción que ocurría escaleras arriba", dijo James Stennis, que se mudó al vecindario de Elkhorn hace cerca de un año. "¡Guau!"
Los bomberos trabajaron hasta la tarde para asegurarse de que nadie permaneciera atrapado. Para la mañana del sábado, el sonido de las motosierras se escuchaba en toda el área. La madera de las casas dañadas yacía en montones. Las cercas se derrumbaron y de los árboles sólo quedaban los troncos, tras haber perdido casi todas sus ramas.
Stacey Roe revisó los daños de la que, supuestamente, sería su "hogar eterno", que no tenía ni siquiera dos años de antigüedad. Cuando llegó el tornado, ella estaba en el aeropuerto para recoger a un amigo que pasaría la noche en su casa.
"No había ninguna casa a la cual llegar", dijo, y describió un "pavor absoluto" cuando la vio por primera vez.
El número máximo de cortes de energía fue de 10.000, pero por la mañana se había reducido a 4.300.
El gobernador de Nebraska Jim Pillen y la gobernadora de Iowa Kim Reynolds recorrieron el sábado las áreas dañadas y organizaron la ayuda para las comunidades afectadas. Aún se realiza la valoración formal de los daños, pero el estado planea obtener ayuda federal.
"Es un milagro que hayamos tenido un fenómeno de este tipo y que no hubiera habido víctimas ni pérdidas de vidas", dijo Pillen, maravillado, en una conferencia de prensa.
Aaron Hanson, alguacil del condado Douglas en esa ciudad, pidió a los curiosos que permanecieran en sus casas, diciendo que él y Pillen quedaron varados en varios atascos de tráfico cuando revisaban los daños.
"Y eso se debe, en gran medida, a que hay muchos mirones muy curiosos", dijo. Hanson afirmó que los organismos del orden público estarán patrullando para proteger las propiedades dañadas.
Un segundo tornado pasó por el Aeródromo Eppley en el extremo este de Omaha, destruyendo cuatro hangares con 32 aviones privados en su interior. Nadie resultó herido, y la terminal de pasajeros no resultó afectada. El aeropuerto ha reanudado sus operaciones, aunque el acceso a áreas usadas por pilotos no comerciales se ha limitado para que los equipos puedan limpiar el desorden, informó el aeródromo en un boletín de prensa.