RIAD, Arabia Saudí (EFE).- Arabia Saudí afirmó este jueves que acoge con "satisfacción" lo expresado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de buscar una solución "política" a la guerra en el Yemen, la peor crisis humanitaria actual en el planeta por una guerra que empezó hace cinco años.
"El Reino de Arabia Saudí dio la bienvenida con satisfacción a lo expresado en el discurso de Su Excelencia el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre el compromiso de Estados Unidos de cooperar con el reino para defender su soberanía y atender las amenazas contra él", según un comunicado reproducido por la agencia oficial saudí SPA.
Asimismo, expresó su posición para lograr una "solución política integral a la crisis yemení" y también dio la bienvenida "al énfasis de Estados Unidos en la importancia de apoyar los esfuerzos diplomáticos para resolver la crisis yemení, incluidos los esfuerzos del enviado de la ONU, Martin Griffiths".
Biden anunció hoy la retirada del apoyo a la coalición árabe, que interviene en el Yemen desde 2015, lo que significa que Washington suspenderá definitivamente los acuerdos de venta de armas con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) que había iniciado el anterior presidente, Donald Trump.
El reino no ha hecho ninguna declaración en su comunicado sobre la venta de armas, pero sí ha hecho hincapié en "las medidas importantes" que ha tomado para que exista un "progreso en la vía política" para resolver la crisis en el Yemen, como "la declaración de la coalición de un alto el fuego unilateral", al igual que la cantidad de dinero en ayuda humanitaria entregada al Yemen.
La coalición militar árabe, que interviene en el Yemen en favor del Gobierno reconocido internacionalmente, controla el espacio aéreo del país y desde 2016 ha impuesto un bloqueo por el que solo deja acceder al aeropuerto de Saná a los aviones de la ONU y otras organizaciones humanitarias.
El Gobierno reconocido internacionalmente tiene su sede provisional en la ciudad costera de Adén y cuenta con el respaldo de Riad.
La guerra en el Yemen estalló a finales de 2014, cuando los rebeldes hutíes conquistaron amplias zonas del oeste y el norte del país, incluida su capital, lo que se agravó con la intervención de una coalición de varios países árabes, encabezada por Arabia Saudí, en apoyo del Gobierno reconocido internacionalmente.
Naciones Unidas considera la situación en el Yemen como la mayor tragedia humanitaria del planeta y calcula que alrededor del 80 % de la población requiere algún tipo de asistencia para cubrir sus necesidades básicas.