Una sequía de tres años que ha dejado a millones de personas en Siria, Irak e Irán con poca agua no habría ocurrido sin el cambio climático causado por el hombre, según un nuevo estudio.
La sequía en el occidente de Asia, que comenzó en julio de 2020, se debe principalmente a que temperaturas más altas de lo normal están evaporando la poca lluvia que cayó, según un estudio rápido realizado el miércoles por un equipo de científicos climáticos internacionales de World Weather Attribution.
Sin el calentamiento global de 1,2 grados Celsius desde mediados del siglo XIX, “no sería una sequía en absoluto”, dijo la autora principal Friederike Otto, científica climática del Imperial College de Londres.
Es un caso en el que el cambio climático intensifica de forma antinatural las condiciones naturalmente secas hasta convertirlas en una crisis humanitaria que ha dejado a la gente sedienta, hambrienta y desplazada, concluyó la investigación, que aún no ha sido sometida a revisión por pares, pero sigue técnicas científicamente válidas para buscar las huellas del calentamiento global.
El equipo analizó las temperaturas, las precipitaciones y los niveles de humedad y comparó lo sucedido en los últimos tres años con múltiples simulaciones por computadora de las condiciones en un mundo sin cambio climático causado por el hombre.
“El cambio climático global causado por el hombre ya está haciendo la vida considerablemente más difícil para decenas de millones de personas en Asia occidental”, dijo el coautor del estudio Mohammed Rahimi, profesor de climatología en la Universidad de Semnan en Irán. “Con cada grado de calentamiento, Siria, Irak e Irán se convertirán en lugares aún más difíciles para vivir”.
Las simulaciones por computadora no encontraron huellas significativas del cambio climático en la reducción de las precipitaciones, que fueron escasas, pero no demasiado raras, dijo Otto. Pero la evaporación del agua en lagos, ríos, humedales y suelos “fue mucho mayor de lo que habría sido” sin las temperaturas elevadas por el cambio climático.
La sequía no es inusual en la región de Medio Oriente y el conflicto, incluida la guerra civil en Siria, hace que el área sea aún más vulnerable a la sequía debido a la infraestructura degradada y la gestión debilitada del agua, dijo la coautora del estudio Rana El Hajj, del Centro Climático de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Líbano.