Sudáfrica aboga por unificar respuestas a la pandemia y la crisis climática

Johannesburgo, Sudáfrica (EFE).- El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, hizo hoy un llamamiento para buscar una respuesta global y unificada a la pandemia de coronavirus, la crisis climática y el desarrollo sostenible durante una reunión de las cinco potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), organizada por China.

"La respuesta de los BRICS a la pandemia de covid-19 demostró lo que se puede conseguir cuando trabajamos juntos con un espíritu de amistad, solidaridad y responsabilidad", dijo Ramaphosa durante una conversación en línea con sus homólogos de China (Xi Jinping), Brasil (Jair Bolsonaro), Rusia (Vladimir Putin) e India (Narendra Modi).

El presidente sudafricano celebró el lanzamiento el pasado mes de marzo del Centro de Investigación y Desarrollo de Vacunas BRICS, pero señaló que "es motivo de gran preocupación que el resto de la comunidad mundial no haya sostenido los principios de solidaridad y cooperación en lo que respecta al acceso equitativo de vacunas".

Ramaphosa abogó por un "orden internacional más inclusivo, justo y estable" que se centre en resolver "problemas urgentes globales como el cambio climático y el desarrollo sostenible", asuntos que, según él, "no están siendo abordados de una manera efectiva".

Además, defendió que "la toma de decisiones de todo el sistema de la ONU debe democratizarse para que las instituciones multilaterales puedan abordar de una manera efectiva los desafíos globales". 

Aunque Ramaphosa evitó mencionar la guerra en Ucrania, indicó que "de acuerdo con nuestros principios de política exterior Sudáfrica sigue llamando al diálogo y a la negociación para resolver pacíficamente los conflictos en todo el mundo".

El Gobierno sudafricano ha sido objeto de duras críticas por su posición equidistante con a la invasión rusa de Ucrania, que, al igual que muchas otras naciones africanas, este país nunca ha condenado.

Ramaphosa, por su parte, ha argumentado que su Gobierno defiende una salida "negociada" para la crisis y que señalar culpables quitaría a Sudáfrica su posición privilegiada para impulsar soluciones dialogadas.