EL CAIRO (AP) — El ejército de Sudán y grupos armados aliados repelieron el ataque de un grupo paramilitar y milicias árabes contra una importante ciudad en la región occidental de Darfur, informaron el sábado autoridades y residentes.
El ataque del viernes es el más reciente perpetrado por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), dominadas por árabes, contra el-Fasher, la capital de la provincia de Darfur del Norte, donde se refugian cientos de miles de personas, muchas de ellas tras huir de los combates en otras partes de Darfur.
Las FAR, que han estado en guerra con el ejército por más de un año, han acumulado fuerzas en los últimos meses para luchar por el control de el-Fasher, la última ciudad que mantiene el ejército en la región de Darfur.
El conflicto en Sudán comenzó en abril del año pasado, cuando las crecientes tensiones entre los líderes del ejército y las FAR derivaron en una lucha abierta en Jartum, la capital, y en otras partes del país.
El conflicto destrozó al país y llevó a su población al borde de la hambruna. Produjo la muerte de más de 14.000 personas e hirió a miles más en medio de reportes de violencia sexual generalizada y otras atrocidades que, según organismos de derechos humanos, equivalen a crímenes de guerra y de lesa humanidad.
En Darfur se produjeron algunas de las peores atrocidades de la guerra, cuando las FAR tomaban el control de muchas ciudades y poblados de la región. Human Rights Watch señaló en un informe publicado la semana pasada que los ataques de las FAR son una campaña de limpieza étnica contra la población no árabe de la región.
Las FAR y sus aliados emprendieron el ataque contra el costado oriental de el-Fasher en las primeras horas del viernes y se enfrentaron con fuerzas militares y otros grupos armados que defendían la ciudad, afirmó la residente Amany Mohamed. Dijo que el ejército y las fuerzas aliadas repelieron el ataque.
"Ayer fue un día muy difícil", dijo por teléfono el sábado. "Hubo fuertes enfrentamientos que duraron hasta seis horas".
Otra residente y activista, Ibtisam al-Doum, huyó con su familia a una escuela convertida en refugio en el extremo sur de la ciudad durante los intensos combates del viernes. Dijo que vio a cientos de personas escapar a pie hacia zonas más seguras.
"La situación es catastrófica. No sabemos cuándo terminará esto", dijo, hablando desde el refugio de Jiser al-Jinan. "Lo que está pasando no tiene sentido".
El campamento liderado por los militares y las RSF se culparon mutuamente de iniciar los combates del viernes.
Medios locales reportaron fuertes enfrentamientos en partes de la ciudad, incluyendo su planta eléctrica. Imágenes publicadas en las plataformas de redes sociales mostraban a tropas del ejército y fuerzas aliadas celebrando y a combatientes capturados con uniforme de las RSF desfilando por las calles.
"Los reportes sobre la intensificación de los enfrentamientos en la ciudad son profundamente alarmantes", escribió en X Martin Griffiths, jefe de ayuda de Naciones Unidas, y pidió a las partes advertir que reduzcan la escalada. "El pueblo de Darfur necesita más alimentos, no más combates", afirmó.
La Organización Internacional para las Migraciones indicó que el ejército lanzó ataques aéreos el sábado contra posiciones de las RSF en las partes norte y este de el-Fasher. Añadió que los combates del viernes habían obligado a unas 170 familias, o unas 800 personas, a abandonar sus hogares.
La agencia señaló que hubo reportes de civiles muertos y heridos en los enfrentamientos, sin proporcionar un recuento de víctimas. El grupo humanitario Médicos Sin Fronteras, sin embargo, dijo que un hospital al que apoya en la ciudad recibió el viernes 160 heridos, entre ellos 31 mujeres y 19 niños.
"Los pacientes siguen llegando a nosotros en condiciones críticas y con una necesidad urgente de tratamiento", aseveró el sábado.
El mes pasado, Naciones Unidas subrayó que las RSF habían rodeado la ciudad y advirtió que un ataque tendrá "consecuencias devastadoras" para sus 800.000 habitantes.