Marrakech, Marruecos.- Un inusual sismo de magnitud 6.8 sacudió Marruecos, provocando que la gente se levantara rápidamente de sus camas y saliera a las calles y derrumbando edificios de localidades montañosas y en ciudades antiguas no construidas para soportar semejante fuerza.
El número de muertos se sitúa en 2.012 personas y los heridos ascienden a 2.059, según los últimos datos recabados por el Ministerio del Interior marroquí, aunque la cifra de muertos aumentará mientras los rescatistas batallan para poder llegar a las zonas más remotas y más afectadas a través de carreteras llenas de rocas.
El sismo, que fue el más fuerte que sacude el país del norte de África en 120 años, hizo que la gente saliera corriendo a las calles oscuras, aterrorizada e incrédula el viernes por la noche. Un hombre dijo que empezaron a llover platos y tapices, y que la gente se desplomaba.
En la televisión estatal se pudo ver a la gente agrupándose en las calles de la histórica Marrakech, temerosa de volver a entrar en edificios que pudieran ser todavía inestables. Muchos se envolvieron en mantas e intentaron dormir a la intemperie.
El sismo derribó muros de piedra y mampostería no diseñados para resistir terremotos, cubriendo de escombros comunidades enteras. Los equipos de rescate trabajaron toda la noche para encontrar sobrevivientes enterrados entre las polvorientas ruinas.
En una señal de la enorme magnitud del desastre, el rey Mohammed VI ordenó a las fuerzas armadas marroquíes que movilizaran medios aéreos y terrestres, equipos especializados de búsqueda y rescate y un hospital quirúrgico de campaña, según un comunicado del ejército. Pero a pesar de la avalancha de ofertas de ayuda procedentes de todo el mundo, el gobierno marroquí no había solicitado formalmente ayuda, un paso necesario antes de que los equipos de rescate externos pudieran desplegarse.
En Marrakech, la famosa mezquita de Koutoubia, construida en el siglo XII, sufrió daños, aunque su alcance no estuvo claro de inmediato. Su minarete, de 69 metros (226 pies) de alto, es conocido como el “techo de Marrakech”. Los marroquíes publicaron en internet videos que mostraban partes dañadas en la famosa muralla roja que rodea la medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El ejército y los servicios de emergencias trataban de llevar la ayuda a las zonas afectadas, pero las carreteras de acceso a la zona montañosa próxima al epicentro estaban atestadas de vehículos y cortadas por las piedras caídas, lo que ralentizaba las operaciones de rescate. Camiones cargados con mantas, catres de campaña y equipos de iluminación intentaban avanzar hasta la región más afectada, reportó la agencia noticiosa oficial, MAP.