NASHVILLE, Tennessee, EE.UU. (AP) — Tennessee se ha convertido en un nuevo frente en la batalla por el futuro de la democracia estadounidense desde que los republicanos expulsaron a dos representantes negros de la legislatura estatal por su papel en una protesta a favor de aprobar medidas de control de la posesión de armas.
En varias votaciones el jueves, la supermayoría republicana expulsó a Justin Jones y Justin Pearson, con lo cual unos 140,000 ciudadanos de distritos de mayoría negra de Nashville y Memphis se quedaron sin representación en la cámara baja de Tennessee.
Kevin Webb, docente de 53 años del distrito de Pearson, dijo que las expulsiones "por una infracción tan pequeña" es algo "propio de Estados Unidos".
"Ha habido prejuicios contra individuos negros en este país durante 500 años", agregó Webb. "¿Qué nos hace pensar que esto va a terminar de repente?"
La expulsión de Pearson y Jones fue en represalia por su papel en la protesta que se produjo tras la masacre de tres niños y tres adultos en una escuela en Nashville. La moción de expulsión de otra demócrata perdió por un voto.
La expulsión de los legisladores, elegidos recientemente, refleja una tendencia en decenas de estados donde los republicanos tratan de dificultar el voto y cuestionan la integridad del proceso electoral.
En decenas de estados se han presentado al menos 177 proyectos de ley capaces de intimidar a los votantes o permitir la interferencia partidista, según el Centro Brennan por la Justicia de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, un instituto de Derecho y Políticas Públicas sin ánimo de lucro.
"Representa en realidad una erosión lenta de nuestra democracia", opina Neha Patel, codirectora ejecutiva de Bolsa de Innovación Estatal, un centro que elabora estrategias para los legisladores estatales que promueven medidas progresistas.
Patel manifiesta que las expulsiones son "la tercera rama de una estrategia a largo plazo". La práctica otrora "sin precedentes" de dificultar el voto en los estados se ha convertido en algo "normal", lamentó.
También se ha vuelto normal que el Partido Republicano cuestione el proceso electoral y ponga en tela de juicio la integridad electoral. Resta por verse si otros estados con supermayorías republicanas seguirán el ejemplo de Tennessee, de expulsar a opositores con posiciones divergentes, añade.
Fred Wertheimer, fundador y presidente de Democracia 21, una organización apartidista que promueve una mejor gobernanza, comenta que las expulsiones generalmente se aplicaban a legisladores implicados en actividades delictivas.
Que los votantes pierdan a sus representantes electos porque hacen su trabajo es "inaudito", añade Wertheimer. No ha sabido de medidas similares en otros estados, "pero estas cosas se difunden".
La medida en Tennessee provocó reacciones indignadas de toda una gama de grupos.
Marc Morial, presidente de la organización promotora de los derechos civiles de los ciudadanos negros National Urban League, cree que el asunto "no se trata solo de raza. Se trata de los valores fundamentales estadounidenses".
Con respecto al derecho al voto, la libertad de expresión y la libertad de reunión, expresa que "aparentemente, la legislatura de Tennessee necesita un curso de repaso de la Constitución estadounidense".
El presidente del Bloque Legislativo Negro, Steven Horsford, reclamó el reintegro de los legisladores de Tennessee y que el secretario de Justicia, Merrick Garland, investigue posibles violaciones de la ley del derecho al voto.
El presidente y director general de la NAACP, Derrick Johnson, advirtió que esa organización defensora de los derechos de los estadounidenses negros estaba preparada para recurrir a la justicia "para garantizar que este odioso intento de acallar la voz del pueblo se discuta ante un tribunal".
El presidente de la cámara baja de Tennessee, Cameron Sexton, rechazó las críticas de que despojaba a miles de ciudadanos de su representación y su voz.
"Las acciones tienen consecuencias", afirmó. "Esos miembros le quitaron la voz a esta cámara durante 45 minutos cuando estaban en el recinto dirigiendo la protesta y trastornando las tareas que estábamos realizando".
La participación de los tres en la protesta duró pocos minutos. Fue Sexton quien llamó a un receso para reunirse con varios legisladores.
Webb se preguntó por qué expulsaron a Jones y Pearson, pero no a la representante Gloria Johnson, que es blanca.
Clayton Cardwell, que vive en el distrito de Jones en Nashville, dijo en entrevista telefónica que la protesta a favor de leyes más estrictas sobre las armas era "lo correcto".
"Yo esperaba que toda la cámara se sumara", dijo. Cardwell, un docente jubilado, recordó que cuando estudiaba para la maestría en Educación Especial se le dijo que la docencia era la profesión menos peligrosa que existía. "Ahora me parece que es una de las más peligrosas".
Cardwell, quien es blanco, también cuestionó la motivación de las expulsiones: "Tenemos un montón de viejos blancos llenos de prejuicios".
El abogado Chris Wood, de Nashville, estaba tan preocupado por la expulsión de su representante, que fue al Capitolio el jueves para observar el proceso. "Fue aterrador", afirmó. "Fue un abuso de poder".
Los tres hijos de Wood asisten a escuelas públicas, y le parece "insólito e inmoral" que la mayoría republicana se niegue siquiera a discutir las restricciones sobre armas.
Ningún asunto puede ser más importante para la población que "poner fin a la violencia armada y dejar que nuestros chicos regresen a casa al terminar la jornada", sostuvo. "Este es el único país del mundo donde sucede esto".
Wood prevé que Jones y Pearson regresarán en poco tiempo. Pueden ser designados por comisiones en sus distritos y presentarse en elecciones especiales.
Andrea Wiley, que vive y trabaja en el distrito de Pearson, dijo que sentía vergüenza por el estado. "Es difícil ser de aquí y vernos en las noticias nacionales en este nivel", añadió. "Me asusta no tener una voz en Nashville que me represente a mí, a mi comunidad, a mi vecindario".
Tamala Johnson dijo que ella y su familia votaron por Pearson y que coincidía con él en cuanto a las leyes sobre armas.
"No creo que debieran expulsarlo por expresar su opinión", expresó Johnson.
Con la expulsión, "siento que no tenemos voz", agregó. "Lo expulsaron porque lucha por mejorar las leyes sobre armas... No hay confianza".