CARACAS (AP) — El canciller venezolano, Yvan Gil, advirtió al embajador de España en Caracas en una reunión el viernes que su país no admitirá ninguna intromisión en asuntos internos, tras elevarse la tensión entre ambos países por críticas de miembros del gobierno español a raíz de las polémicas elecciones presidenciales en Venezuela.
"No permitiremos ninguna acción injerencista", señaló Gil en un comunicado publicado en Telegram, un día después de que la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, calificara de "dictadura" a la administración de Nicolás Maduro en Venezuela.
El cruce de comentarios elevó la tensión entre ambos países y sobrevino a la decisión de España de acoger en asilo al excandidato presidencial Edmundo González, después de las elecciones de julio en las que el presidente Maduro fue declarado ganador y que fueron cuestionadas por falta de transparencia y de verificación independiente.
El canciller Gil defendió que son asuntos "de competencia exclusiva de los venezolanos" en su mensaje, en el que también difundió imágenes de la reunión que mantuvo con el embajador de España, Ramón Santos.
Un día antes del encuentro, Venezuela llamó a consultas a su embajadora en España, Gladys Gutiérrez, como respuesta a "las insolentes, injerencistas y groseras declaraciones" de la ministra española Robles, "que apuntan a un deterioro de las relaciones entre ambos países", recalcó el canciller por Telegram.
El jueves el opositor González, quien salió de Venezuela con un salvoconducto concedido por las autoridades venezolanas y llegó a Madrid el fin de semana pasado, se reunió con el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez.
González fue recibido como una muestra del "compromiso humanitario y la solidaridad de España con los venezolanos", según un mensaje difundido en X, antes Twitter, por el gobierno español junto a imágenes de ambos paseando en el Palacio de la Moncloa, en Madrid.
Tras las elecciones de julio, la oposición venezolana y la comunidad internacional cuestionaron los resultados anunciados oficialmente que daban la victoria a Maduro y reconocieron a Edmundo González como el legítimo ganador, de acuerdo con las actas de votación que el bloque opositor recopiló en la jornada electoral.
Las autoridades venezolanas emitieron casi un mes después una orden de detención contra González, atribuyéndole varios delitos como el de usurpación de las funciones de la autoridad electoral, por la difusión que hizo la oposición en una web de las actas de resultados en su poder.
El encuentro entre Sánchez y González tuvo lugar un día después de que el Congreso de los Diputados español aprobara una moción no vinculante presentada por el opositor Partido Popular instando al gobierno a reconocer a González como presidente electo de Venezuela. El ejecutivo español respalda la posición de la Unión Europea de reclamar a Maduro que haga públicas las actas de la votación antes de reconocer al vencedor de los comicios.
El Parlamento Europeo debatirá el resultado de las elecciones de Venezuela en el pleno el martes en Estrasburgo, Francia.
Tras llegar a Madrid y reunirse con el presidente español, el excandidato opositor agradeció a España los esfuerzos por "la recuperación de la democracia y el respeto a los derechos humanos" en Venezuela. Reiteró su disposición a "continuar la lucha por hacer valer la voluntad soberana del pueblo venezolano".
Por su parte, el canciller venezolano indicó en su mensaje del viernes que su país adoptará las medidas necesarias "para proteger su soberanía", sin dar más detalles.
La presencia de González en España tensó las relaciones entre los gobiernos de Madrid y Caracas, al punto que Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y cercano colaborador de Maduro, pidió el miércoles "que se rompan de inmediato todas las relaciones diplomáticas, todas las relaciones comerciales".
"Que se vayan de aquí todos los representantes de la delegación del gobierno de España y nos traemos a los nuestros", añadió Rodríguez en una intervención ante el Congreso unicameral, en la que apuntó que "todas las actividades de índole comercial de empresas españolas sean cerradas de inmediato".
España ha sido uno de los principales destinos para el éxodo venezolano. Unos 44.000 venezolanos emigraron a España en los seis primeros meses de este año. Las últimas estadísticas del gobierno español, de 2022, decían que unos 212.000 venezolanos residían entonces en el país.