Texas, azotado por incendios

El llamado Smokehouse Creek es uno de los más grandes en la historia del estado

Canadian, Texas.- Una serie de incendios forestales arrasaron el norte de Texas, provocando evacuaciones, cortando el suministro eléctrico a miles de personas y obligando a cerrar brevemente una instalación de armas nucleares, ya que los fuertes vientos, el pasto seco y las temperaturas inusualmente cálidas alimentaron las llamas.

El gobernador, el republicano Greg Abbott, emitió una declaración de desastre para 60 condados, mientras el incendio más grande, el fuego de Smokehouse Creek, de más de 3.367 kilómetros cuadrados, creció hasta convertirse en el segundo más grande de la historia del estado. La principal instalación que desmonta el arsenal nuclear de Estados Unidos interrumpió sus operaciones el martes por la noche, pero dijo que estaba abierta para trabajar con normalidad el miércoles.

Las autoridades no han dicho qué podría haber causado el incendio, que arrasó vastas llanuras salpicadas de ranchos ganaderos y plataformas petrolíferas.

En Borger, una comunidad de unos 13.000 habitantes en el condado Hutchinson, Adrianna Hill dijo que ella y su familia estaban aterrorizados mientras el fuego rodeaba toda la ciudad hasta que cambiaron los vientos.

“Era como un anillo de fuego alrededor de Borger, no había salida... las cuatro carreteras principales estaban cerradas”, dijo Hill, de 28 años. Las llamas se acercaron a 1,6 kilómetros (1 milla) de la casa que comparte con su esposo y su hijo de 20 meses.

La previsión meteorológica daba algo de esperanza a los bomberos: temperaturas más bajas, menos viento y la posibilidad de lluvia el jueves. Pero por el momento, la situación era dura en algunos lugares.

La planta de Pantex, al noreste de Amarillo, evacuó al personal no esencial del lugar por “abundancia de precaución”, dijo Laef Pendergraft, portavoz de la Oficina de Producción de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear en Pantex, durante una conferencia de prensa, añadiendo que los bomberos se quedaron en caso de emergencia.

La planta, durante mucho tiempo el principal emplazamiento estadounidense tanto para el montaje como para el desmontaje de bombas atómicas, completó su última bomba nueva en 1991 y ha desmantelado miles.

Mientras seguían los incendios, se ordenaron evacuaciones en otras poblaciones al nordeste de Amarillo, así como en la zona de Durham, Oklahoma.