CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — Los rescatistas que buscaban el martes a docenas de obreros desaparecidos tras el derrumbe de un bloque de apartamentos en una ciudad costera de Sudáfrica establecieron contacto con 11 personas vivas que seguían sepultadas bajo los escombros, según dijeron las autoridades el martes.
Un hombre llamó a su esposa bajo los restos del edificio de cinco plantas, que estaba en construcción cuando se derrumbó el lunes, según indicó el responsable de la operación de rescate. Eso permitió a los trabajadores de emergencias localizar al hombre, aunque seguía atrapado y todavía no le habían sacado.
Se había confirmado la muerte de seis trabajadores y se temía que la cifra pudiera subir con rapidez. No había noticias de las otras 37 personas desaparecidas entre las enormes losas de concreto y andamios amontonados, que se vinieron abajo cuando se derrumbó el edificio en la ciudad de George, unos 400 kilómetros (250 millas) al este de Ciudad del Cabo, en la costa sur de Sudáfrica.
Otros 21 trabajadores fueron rescatados de entre los escombros y trasladados a distintos hospitales, de los que al menos 11 sufrieron graves heridas.
Colin Deiner, responsable de los servicios de manejo de desastres en la provincia de Cabo Occidental, dijo que probablemente la operación tomaría al menos tres días.
"Vamos a darle absolutamente el tiempo máximo para ver cuánta gente podemos rescatar", dijo Deiner en una conferencia de prensa. "Es muy, muy difícil trabajar con taladros y martillos para concreto cerca de la gente".
Deiner dijo que rescatar a los 11 trabajadores con los que estaban en contacto los rescatistas tomaría la mayor parte del martes. Algunos de ellos tenían miembros atrapados por el concreto y no podían moverse. Cuatro de los trabajadores estaban en lo que era el sótano del edificio, añadió.
La principal preocupación, señaló, era que las víctimas pasaran muchas horas con partes del cuerpo comprimidas. "De modo que hay que llevarles asistencia médica".
Deiner dijo que era posible que hubiera más sobrevivientes bajo los escombros, y que el proceso de retirar placas de concreto comenzaría después de sacar a los 11 obreros localizados.
Más de 100 rescatistas trabajaron durante la noche y emplearon perros rastreadores para tratar de ubicar a los obreros. Se enviaron grúas y otros equipos pesados para asistir con la labor de rescate, y se colocaron altos postes de luz para que los rescatistas pudieran trabajar en la oscuridad.
Deiner dijo que un momento clave del rescate fue cuando ordenaron a todo el mundo que guardara silencio y apagara la maquinaria para poder escuchar a sobrevivientes.
"Oíamos a gente a través de los escombros", dijo Deiner.
Varios hospitales locales hacían espacio en sus unidades de traumatología en previsión de que se sacaran con vida más trabajadores. Más de 50 trabajadores de emergencias habían llegado durante la noche desde otras localidades para ayudar, incluido un equipo especializado en rescates en estructuras derruidas.
Familiares y amigos de los desaparecido se reunieron en las cercanas oficinas municipales y recibían apoyo de trabajadores sociales, según el municipio.
Las autoridades estaban investigando las causas de la tragedia y la policía abrió un expediente penal, pero de momento no había información sobre la razón del repentino derrumbe. Imágenes de las cámaras de seguridad de una casa cercana mostraban cómo la estructura de concreto y el andamio que la rodeaba se había desplomado a las 2:09 de la tarde del lunes, provocando una polvareda que se elevó sobre el vecindario.
La gente salió corriendo de otros edificios tras el siniestro, algunos gritando.
El primer ministro de la provincia, Alan Winde, dijo que habría pesquisas del gobierno provincial y de la policía.
Las autoridades declinaron dar información sobre la compañía constructora implicada, pero dijeron que según las normas municipales, los ingenieros de la firma eran responsables de la seguridad del edificio hasta que se completara, cuando funcionarios de la ciudad lo revisarían antes de dar su visto bueno.
Winde dijo que la prioridad era la labor de rescate, y que las investigaciones llegarían más tarde.
"Se ha ofrecido todo el apoyo necesario al personal de emergencia para acelerar su respuesta. En este momento, las autoridades están centradas en salvar vidas. Esta es nuestra máxima prioridad en este momento", dijo.
El gobierno nacional estaba informado de la operación de rescate, añadió Winde.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, publicó un comunicado en el que ofrecía sus condolencias a las familias de las víctimas y pedía investigaciones sobre la causa del colapso.