Impacto del asesinato de mujeres en Reino Unido

Kyle Clifford, sospechoso en caso de asesinato familiar en Londres.

LONDRES (AP) — Un hombre sospechoso de matar a dos hermanas y a la madre de éstas en un ataque con ballesta recibía tratamiento el jueves en el centro para traumatismos mayores de un hospital de Londres, mientras la policía registraba varias propiedades.

Muchas ofrendas llegaron para homenajear a las tres mujeres halladas la tarde del martes con heridas graves en su casa, ubicada en el tranquilo barrio residencial de Bushey, en el noreste de la capital. La policía y equipos de ambulancias trataron de salvar a Carol Hunt, de 61 años, y a sus hijas, Hannah, de 28, y Louise, de 25, pero las tres fueron declaradas muertas en el lugar.

Las mujeres eran familiares del comentarista radiofónico de carreras de caballos de la BBC, John Hunt. Los asesinatos provocaron una intensa búsqueda que condujo a la captura, la tarde siguiente, del sospechoso, Kyle Clifford, en un cementerio a unos 22 kilómetros (15 millas) de la escena del crimen.

En una vigilia en la cercana iglesia de St. James, los horrorizados amigos y vecinos se reunieron el jueves para homenajear a las tres mujeres y expresar su sorpresa e indignación. Algunas personas también dejaron flores en el lugar del ataque.

"Crecimos juntas y nos embarazamos al mismo tiempo", dijo Lea Holloway, que conocía a Carol Hunt desde que tenía 16 años. "Esto es de lo que están hechas las pesadillas... No puedo imaginarme cómo habrá sido".

"Era la familia más adorable y gentil", dijo Su Kehinde, que vive cerca del lugar. "Eran los seres humanos más apacibles. No merecían esto. Eran almas hermosas".

Tras una frenética búsqueda en una franja del margen norte de Londres, Clifford fue hallado el miércoles en el área de Enfield del norte de la capital, cerca de su casa, con lesiones no reveladas. El jueves, en su domicilio, pudieron verse a varios policías, algunos con guantes y mascarillas.

Los británicos no necesitan licencia para poseer una ballesta, pero es ilegal llevar una en público sin un motivo razonable.

El nuevo gobierno laborista, que asumió el cargo esta semana, dijo que "consideraría de inmediato" los hallazgos de un estudio iniciado recientemente sobre si los controles de posesión de ballestas deberían ser más estrictos.