HROZA, Ucrania (AP) — Investigadores de Naciones Unidas y de autoridades locales buscaban respuestas el sábado en una pequeña aldea ucraniana donde, días atrás, un misil ruso destruyó su única cafetería matando cerca de 52 personas que se habían reunido ahí para el velorio de un soldado, según el presidente Volodymyr Zelenskyy y otros altos funcionarios en Kiev. Ese mismo día, los residentes empezaron a velar a sus amigos fallecidos.
Representantes de la Misión de Observación de Derechos Humanos en Ucrania de la ONU (HRMMU) pasaron buena parte del día hablando con los residentes y los sobrevivientes de Hroza, en la región nororiental de Járkiv, de acuerdo con un comunicado compartido con The Associated Press.
"Mis primeras conversaciones con los residentes y los sobrevivientes indican que prácticamente todos los que murieron eran civiles y que el objetivo en sí, una concurrida cafetería y tienda del pueblo, también era claramente civil", afirmó en el comunicado de la ONU Danielle Bell, que dirigió el equipo que visitó Hroza el sábado.
"Lo que ocurrió aquí es otro trágico recordatorio del impacto mortal que la invasión rusa ha tenido sobre la población civil de Ucrania", añadió Bell.
La cafetería del pueblo fue destruida y familias enteras perecieron después que el ataque con misiles del jueves interrumpiera el velorio de Andriy Kozyr, un soldado de Hroza que murió el invierno pasado combatiendo a las fuerzas invasoras de Rusia en el este de Ucrania.
Según reportes de noticias ucranianos, inicialmente fue enterrado en otro lugar de Ucrania, ya que su pueblo natal seguía bajo ocupación rusa. La familia de Kozyr decidió volver a enterrarle en Hroza más de 15 meses después de su muerte, una vez que las pruebas de ADN confirmaran su identidad, y la cafetería reabrió sus puertas especialmente para que los residentes honraran su memoria.
Su hijo Dmytro Kozyr, también soldado, estuvo entre quienes murieron en el ataque, junto con su esposa Nina, que en los próximos días cumpliría 21 años. Hasta el sábado, las autoridades ucranianas y la fiscalía regional cifraban el número de víctimas en 52.
Sólo seis personas que se encontraban en la cafetería sobrevivieron, y el pueblo trata de comprender por qué y cómo el velorio fue blanco del ataque. Dmytro Chubenko, vocero del fiscal regional, dijo el viernes que los investigadores están averiguando si alguien de la zona transmitió las coordenadas de la cafetería a los rusos —una traición para todos aquellos que ahora están en duelo en Hroza.
Entre ellos están Kateryna Tarannyk y su hermano Dmytro Androsovych, cuyos padres murieron en el velorio y enterrados el sábado en un pequeño cementerio a las afueras de la aldea. Los familiares de Tetiana Androsovych, de 60 años, y Mykola Androsovych, de 63, se reunieron junto con los vecinos de Hroza bajo un sombrío cielo gris mientras la lluvia no dejaba de caer en las fosas recién excavadas para recibir a otras víctimas.
Tarannyk y su hermano permanecieron abrazados, contemplando los ataúdes cerrados de sus padres, durante todo el ritual fúnebre ortodoxo.
"Parece como si estuvieras en un mal sueño, incomprensible, esperando despertar. Es insoportable", declaró Tarannyk a la AP.
Tarannyk había llegado al funeral desde Eslovaquia, a donde huyó con su hijo en los primeros días de la guerra. Partió inmediatamente después de escuchar las noticias del ataque con misiles. Apenas hace una semana, sus padres la habían visitado en Eslovaquia.
"Eran muy felices", recordó. Juntos, habían hecho planes para que el hijo de Tarannyk visitara a sus abuelos en la primavera.
Antes que la pareja fuera sepultada, Tarannyk se acercó a cada ataúd por turno y se despidió en silencio, acariciando suavemente la tela de terciopelo verde oscuro que cubría los féretros.
El ataque con misiles fue "traicionero, cruel e injusto", dijo con rabia en la voz.
Oleksii Androsovych, el hermano de Mykola, corrió al café de la aldea inmediatamente después del impacto del misil. Encontró el cadáver de su hermano junto al de la esposa de éste, decapitada.
Mykola y su esposa fueron enterrados varias filas detrás de Kozyr, el soldado a cuyo velorio habían asistido. El pequeño cementerio de la aldea ha crecido sustancialmente en los últimos dos días, conforme siguen apareciendo nuevas tumbas.
La policía ucraniana ha identificado a 48 de los 52 civiles muertos por el impacto del misil, según el investigador jefe de la policía de la provincia de Járkiv. En un mensaje publicado en Facebook, Serhii Bolvinov dijo que los equipos de investigación estaban "recogiendo cadáveres, literalmente pieza por pieza".
Las autoridades ucranianas señalaron que la aldea fue impactada por un misil de precisión estilo Iskander, que se dice que tiene una precisión de 5 a 7 metros.