KABUL, Afganistán (EFE).- El Ministerio de Defensa afgano anunció hacia la medianoche de este viernes que las tropas desplegadas en la frontera con Pakistán se encuentran en alerta máxima después de que lanzamientos de morteros desde territorio paquistaní causaran en el sur de Afganistán la muerte de nueve civiles y más de 50 heridos.
"Como resultado de los ataques con morteros paquistaníes en suelo afgano, particularmente en áreas pobladas por civiles en el distrito de Spin-Boldak en la provincia sureña de Kandahar, nueve civiles, incluido un niño, murieron y más de 50 resultaron heridos", afirmó en un comunicado el Ministerio de Defensa.
Tras los bombardeos "de las tropas paquistaníes en suelo afgano", el jefe del Ejército de Afganistán, el general Yasin Zia, "ordenó a todas las fuerzas de seguridad del país (...) que estén listas para reaccionar y responder a los ataques", añadió el comunicado, además de solicitar que refuercen la defensa a lo largo de la frontera.
"En caso de que continúen los ataques con morteros del Ejército paquistaní en suelo afgano, (las fuerzas paquistaníes) se enfrentarán a las represalias del Ejército afgano", subrayó.
Aunque los choques entre las fuerzas de seguridad afganas y paquistaníes son relativamente frecuentes a lo largo de la Línea Durand, como se conoce la frontera creada tras un acuerdo entre los británicos y Kabul en el siglo XIX, es aparentemente la primera vez que Afganistán pone a todo su Ejército en alerta máxima desde la caída del régimen talibán en 2001 con la invasión estadounidense.
Este es el segundo incidente de importancia este mes en la frontera después de que el pasado 15 de julio al menos ocho civiles murieran y otros seis resultaran heridos por fuego de mortero tras un choque fronterizo entre Pakistán y Afganistán.
Las autoridades afganas no reconocen los 2,500 kilómetros de frontera que separa ambos países.