MANCHESTER, Nueva Hampshire.- El expresidente Donald Trump ganó fácilmente las elecciones primarias presidenciales de Nueva Hampshire el martes, con lo que afianza su control sobre la candidatura presidencial republicana y aumenta las probabilidades de una revancha este año contra el presidente Joe Biden.
El resultado fue un revés para la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, quien terminó en segundo puesto a pesar de invertir una enorme cantidad de tiempo y recursos financieros en un estado reconocido por su independentismo. Es la última aspirante de renombre en la contienda después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dio fin a su precandidatura presidencial el fin de semana, lo que le permitió a Haley hacer campaña como única alternativa a Trump.
Los aliados de Trump aumentaron su presión sobre Haley para que abandonara la contienda incluso antes de que cerraran las urnas, pero después de que se dieron a conocer los resultados, Haley prometió continuar con su campaña.
Dirigiéndose a sus simpatizantes, intensificó sus críticas al expresidente, cuestionando su agudeza mental y presentándose como una candidata unificadora que marcaría el comienzo de un cambio generacional.
“La contienda está lejos de terminar. Hay decenas de estados por delante”, puntualizó, mientras algunos de los asistentes gritaban: “¡No ha terminado!”
En tanto, Trump puede presumir ahora de ser el primer precandidato presidencial republicano que gana las contiendas en Iowa y Nueva Hampshire desde que ambos estados empezaron a encabezar el calendario electoral en 1976, un signo sorprendente de la rapidez con que los republicanos han cerrado filas para convertirlo en su candidato por tercera vez consecutiva.
En su fiesta de victoria del martes por la noche, Trump insultó a Haley en repetidas ocasiones y pronunció un discurso en el que expresó mucha mayor molestia que después de su triunfo en Iowa, donde su mensaje fue de unidad republicana.
“No dejemos que alguien se lleve una victoria cuando ha tenido una noche muy mala”, declaró Trump. “Un pequeño mensaje para Nikki: No va a ganar”.
Al conquistar victorias sencillas en ambos estados, Trump está demostrando la capacidad de unir a las facciones del Partido Republicano. Ha conseguido el apoyo de conservadores evangélicos influyentes en Iowa y de los votantes más moderados de Nueva Hampshire, una fuerza que espera replicar en la elección general.
Donlad Trump registró resultados particularmente sólidos en las zonas más conservadoras del estado, mientras que Haley ganó en las partes más liberales. Las únicas áreas en las que Haley aventajaba a Trump fueron ciudades de tendencia demócrata y poblados como Concord, Keene y Portsmouth. Alrededor de la mitad de los votantes en las primarias republicanas de Nueva Hampshire dijeron que están muy o algo preocupados de que Trump sea muy extremo para ganar las elecciones presidenciales.