BRUSELAS (AP) — La Unión Europea debe reconsiderar sus relaciones con Israel en un momento en que aumenta el número de muertos en Gaza y Cisjordania, e imponer sanciones a algunos ministros del gobierno israelí acusados de fomentar el odio racial, señalaron el jueves Irlanda y el diplomático de mayor nivel del bloque.
En una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea realizada en Bruselas, el ministro de Relaciones Exteriores de Irlanda acusó a Israel de atacar deliberadamente a civiles y combatientes de Hamás por igual en la campaña militar que inició hace casi 11 meses.
"Esta es una guerra contra los palestinos, no sólo contra Hamás. El nivel de víctimas civiles y de muerte es desmesurado", dijo Micheal Martin a la prensa. "Es una guerra contra la población. No tiene caso ocultarlo".
La ofensiva israelí en Gaza ha provocado la muerte de más de 40.000 personas, según autoridades sanitarias locales, además de desplazar a 90% de la población y destruir sus principales ciudades. Hamás ha perdido a miles de combatientes y gran parte de su infraestructura militar.
La violencia en Cisjordania también ha aumentado desde que el ataque de Hamás, perpetrado el 7 de octubre en el sur de Israel, dio inicio a la guerra en la región. Esta semana, Israel puso en marcha una operación a gran escala en Cisjordania, en la que, según Hamás, 10 de sus combatientes murieron en distintos lugares.
Martin dijo que la opinión legal emitida por la Corte Internacional de Justicia, según la cual la ocupación israelí de Gaza y Cisjordania es ilegal, obliga a la Unión Europea a actuar. Los palestinos recibieron dicha opinión con beneplácito, calificándola como "un hito para Palestina, para la justicia y para el derecho internacional".
"No podemos seguir como de costumbre", dijo Martin a los periodistas. "Para nosotros está muy claro que se ha violado el derecho internacional humanitario".
Las relaciones entre la Unión Europea e Israel, que son importantes socios comerciales, están gobernadas por un llamado Acuerdo de Asociación. Irlanda y España han presionado a sus socios del bloque a examinar si Israel ha roto las reglas.
La Unión Europea es el principal proveedor de ayuda de los palestinos, pero tiene poca influencia en Israel, notablemente, porque los 27 países miembros están profundamente divididos en cuanto a su enfoque.
Austria, Alemania y Hungría son acérrimos defensores de Israel, mientras que Irlanda y España manifiestan más abiertamente su apoyo a los palestinos. Sin embargo, el bloque tiene credibilidad como un proyecto europeo fundado basado en la paz.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, con el apoyo de Irlanda, instó a los ministros a considerar la imposición de sanciones contra ciertos miembros del gabinete derechista del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu por sus declaraciones sobre la guerra en Gaza.
"Algunos ministros israelíes han lanzado mensajes de odio, mensajes de odio inaceptables, contra los palestinos y han propuesto cosas que van claramente contra el derecho internacional y son una (incitación) a cometer más crímenes", subrayó Borrell.
Borrell no nombró a los ministros, pero a principios de este mes criticó al ministro de Finanzas de Israel, Bezalel Smotrich, por sugerir que la hambruna de la población de Gaza de más de 2 millones de personas "podría ser justa y moral" hasta que los rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre vuelvan a casa.