Madrid, 20 ago (EFE).- Médicos Sin Fronteras (MSF) urge a los países que están en posesión de reservas de vacunas contra la viruela del mono (rebautizada como mpox) y que no tienen un brote activo a que donen vacunas a África antes de dos semanas, que es el tiempo que se maneja en emergencias.
En una entrevista con EFE la responsable de vacunación y respuesta a epidemias de Médicos Sin Fronteras (MSF), Cristina Jauset, insiste en que las donaciones tienen que llegar "lo antes posible" porque "cuanto antes lleguen, antes se corta la cadena de transmisión y antes se previenen más contagios y más muertes".
Jauset insiste en que "no haya acaparamiento de vacunas entre los países con altos ingresos y que se distribuyan para poder donar a los países africanos que las necesitan y no tienen capacidad de producción".
Explica que el Congo lleva ya un mes esperando las vacunas. "Tiene un plan de trabajo estructurado por etapas y todo está bloqueado a la espera de recibirlas. Las necesitamos ya".
MSF pide al fabricante que baje el precio de la vacuna
La responsable de vacunas de MSF admite que las dosis que demandan no serán suficientes y dado que la producción es limitada y la vacuna cara, insta al fabricante 'Bavarian Nordic' a que baje los precios para facilitar la compra.
Una vez que lleguen los sueros, la campaña de vacunación comenzará de inmediato. Esta ONG cifra en 10 millones de dosis las necesidades de toda África, y un mínimo de 3 millones para la República Democrática del Congo.
La viruela símica es una infección vírica que provoca lesiones en la piel con pápulas que evolucionan a vesículas, y síntomas parecidos a la gripe. En la República Democrática del Congo es una enfermedad endémica que se descubrió por primera vez en personas en 1970.
A partir de ahí, según Jauset, ha habido brotes endémicos muy pequeños, pero recientemente se descubrió otra variante (el clado 1b) que tiene otra forma de transmitirse, "y por eso la epidemia es mucho más grande". De hecho, este año en el Congo ha habido el doble de casos de enero a agosto, respecto a 2023.
Hay mucho contagio por proximidad
La variante de este año tiene mayor afectación en niños y más mortalidad. Jauset explica que la población ya vacunada está más protegida frente a los no vacunados, que son los más jóvenes.
Y sobre los niños pequeños, esta experta en vacunas apunta a su menor capacidad de respuesta, al igual que los inmunodeprimidos.
Según Jauset, "hay mucha contaminación por proximidad" por un contacto estrecho y prolongado. "El problema es que cuando una persona mete la enfermedad en el hogar, todos los que están en contacto están en riesgo y los que lo sufren más son los niños".
Además, hay que tener en cuenta para este contagio las malas condiciones higiénicas.
Piden más estudios para descartar la contaminación aérea
Sobre la contaminación aérea, la responsable de MSF considera que hacen falta más estudios para descartarlo con seguridad. "Es todo muy nuevo y en África no hay tanta posibilidad de recoger datos y analizarlos".
No obstante, asegura que "si hay una mínima contaminación por gotas, el riesgo es mucho menor que un contacto directo o sexual".
Pese a esta situación de contagio por proximidad, Jauset no ve necesaria una vacunación a toda la población ya que hay zonas aisladas donde es muy poco probable que llegue el virus.
La experta valora que la mpox se haya reconocido como una emergencia de salud pública a nivel internacional ya que ayuda a "acelerar y desbloquear" trámites burocráticos y administrativos y pone de ejemplo cómo se ha desbloqueado el fondo de emergencias (casi 1,5 millones de dólares) para ayudar a estos países.
Además, este reconocimiento permite que estas vacunas se incluyan en la lista de uso de emergencias y facilita que Gavi (la Alianza Internacional de vacunas) o Unicef puedan comprar dosis y haya una distribución más fácil.