CARACAS (AP) — La lideresa de la oposición venezolana María Corina Machado, sobre quien pesa una inhabilitación para ejercer cargos públicos, afirmó el domingo que el presidente Nicolás Maduro se rehúsa a celebrar elecciones transparentes, pero le aseguró a la población que tomará la decisión correcta en momentos que se acerca la fecha límite para la inscripción de candidatos.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro "viola todo lo que firmó en el acuerdo de Barbados y se niega hacer elecciones limpias este año", dijo en sus redes sociales. Machado volvió al ruedo electoral con una contundente victoria en las internas de la oposición para convertirse en la rival de Maduro en los comicios presidenciales de 2024.
"El régimen está tratando de impedir mi participación en las elecciones, anula las tarjetas de los partidos y movimientos que me apoyan, pero sí se las da a los que ellos dicen que son favorables a ellos, imponen unilateralmente un calendario electoral que niega el derecho a que todos los nuevos votantes y a los venezolanos que están en el exterior se puedan inscribir "en el padrón electoral.
Pese a esos obstáculos, a "nosotros no nos van a sacar de esta ruta", afirmó.
Machado enfrenta una creciente presión de líderes políticos internacionales y opositores locales para que abandone una candidatura sin futuro antes de la fecha límite de inscripción de aspirantes, el 25 de marzo, y deje en su lugar a un reemplazo para enfrentar a Maduro en las urnas. El presidente fue proclamado el día anterior como el candidato por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) para los comicios del 28 de julio.
En medio del panorama sombrío, "tengan la seguridad que tomaré las decisiones correctas", aseveró. "Vamos juntos un día a la vez".
Añadió que el movimiento social que encabeza "se ha transformado en una fuerza indetenible" y pidió a sus seguidores a mantener su apoyo y confianza.
Machado se ha afianzado como una voz crítica contra el gobierno desde que dio el salto a la primera línea de la política en 2010, cuando ganó su curul en las elecciones legislativas con el 83% de los votos.
Aunque posteriormente fue despojada de su investidura parlamentaria y se distanció de las principales fuerzas de oposición, el respaldo popular en las primarias la situó de nuevo como la predilecta por los venezolanos para medirse a Maduro, quien busca un tercer mandato.
Machado ganó las elecciones primarias con más del 90% de respaldo. A pesar de su inhabilitación, la opositora ha dicho repetidamente que continuará "hasta el final".
Luego de su inscripción para las primarias en junio pasado, la Contraloría General que en ese entonces era encabezada por el actual presidente del CNE, Elvis Amoroso, le impuso una sanción de inhabilitación de 15 años por su participación en una supuesta red de corrupción orquestada por el líder opositor Juan Guaidó, quien se proclamó presidente interino en 2019. La Contraloría no presentó pruebas.
Machado no formó parte del Legislativo que presidió Guaidó y se contaba entre sus más feroces críticos. Los críticos de Maduro aseguran que el gobierno ha utilizado durante años la inhabilitación como un arma política.
Las acciones para bloquear la candidatura de Machado arreciaron particularmente después de su contundente victoria en las primarias. En desafío al acuerdo electoral entre Maduro y la coalición opositora en la isla Caribeña de Barbados — que le valió un alivio de las sanciones económicas de Estados Unidos —, la Corte Suprema de Justicia ratificó en enero pasado la inhabilitación de Machado para ocupar cargos públicos.
Desde entonces, el gobierno ha acusado a Washington de conspirar para asesinarlo, arrestó a varios de los jefes de campaña regionales de Machado y expulsó al personal de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.