MELBOURNE, Australia (AP) — Australia permitirá la venta de cigarrillos electrónicos solo en las farmacias a partir de la próxima semana, anunció el lunes el ministro de salud, en una de las restricciones más duras del mundo sobre ese tipo de productos.
El gobierno llegó a un acuerdo con el partido Verde, socio minoritario de la coalición, para que el Senado apruebe las restricciones esta semana, dijeron tanto el partido como el ministro, Mark Butler.
"Nuestras leyes de vanguardia regresarán los cigarrillos electrónicos a su lugar original en la sociedad australiana y en los gobiernos de todo el mundo: como productos terapéuticos diseñados para ayudar a los fumadores a abandonar el hábito", dijo Butler en un comunicado.
A partir del lunes de la próxima semana, será ilegal suministrar, manufacturar, importar o vender un cigarrillo electrónico fuera de una farmacia en Australia, señaló el ministro. La prohibición se aplicará a todos los productos de vapeo, independientemente de si tienen nicotina o no.
Actualmente no hay restricciones para que las tiendas minoristas vendan productos de vapeo. Muchos de esos productos no indican si tienen nicotina o no.
Los Verdes insistieron en enmiendas a la propuesta que el gobierno ya había logrado aprobar en la Cámara de Representantes. El gobierno tiene mayoría en la Cámara de Representantes, pero no en el Senado.
Bajo la versión enmendada de la propuesta, los adultos no necesitan una receta médica para comprar productos de vapeo. La legislación original permitía obtener los productos solo con receta médica, con el objetivo de acabar con una adicción a la nicotina.
"Los Verdes no apoyan una prohibición, por eso es que hemos logrado que se hagan cambios a esta legislación a fin de asegurar que los productos de vapeo no caigan en manos de menores de edad, y al mismo tiempo permitir que los adultos tengan acceso a ellos mediante una farmacia", dijo en un comunicado Jordon Steele-John, vocero de los Verdes en temas de salud pública.
La ley será aprobada por el Parlamento el jueves, dijo el despacho de Butler.
La Asociación de Farmacias de Australia se había opuesto a que sus tiendas se convirtieran en puntos de comercio de productos de vapeo nocivos a menos que haya evidencia de que ayuden a la gente a dejar de fumar.