Ciudad de México.- Los papás de los 19 niños que fallecieron en el Colegio Enrique Rébsamen llegaron hasta el predio que ocupaba la escuela, hoy rodeado por tapiales de madera, donde de a poco fueron dejando coronas y flores blancas. “Ya fue mucho dolor y muchas lágrimas, sentimos que no la dejábamos descansar en paz”, dijo una madre que no se quedó a la ceremonia.
Un grupo de padres permaneció un minuto con el puño en alto para exigir justicia. “Ahora haremos la ceremonia en el memorial, para eso está y hay que hacerlo ahí”, expuso Ramón, padre de Mariana, una de las víctimas.
“Nos han dicho que quieren construir un complejo habitacional ahí mismo, sepultando y dejando en el olvido la memoria y el recuerdo de nuestros hijos, las víctimas no le importamos a nadie”, comentó Ruth, mamá de Brenda, otra menor que perdió la vida en el colegio.
En el Centro de la Ciudad, integrantes de Damnificados Unidos arribaron al Congreso capitalino y bloquearon los accesos para impedir el ingreso de trabajadores y diputados, quienes tenían previsto realizar una sesión solemne para conmemorar a las víctimas de los sismos del 19 de septiembre.
Por la tarde, los damnificados se plantaron en avenida 20 de Noviembre, entre los dos edificios del Gobierno de la Ciudad, para recordar a las víctimas y exigir la reconstrucción de sus viviendas. “A seis años, las familias damnificadas seguimos esperando regresar a casa”, se leía en las pancartas.
La Asociación de Costureras 19 de Septiembre también recordó a quienes perdieron la vida en la zona textil de la colonia Obrera en los sismos de 1985 y 2017.
Vestidos de negro y con flores blancas, primero participaron en una misa, luego se trasladaron al Metro San Antonio Abad, donde efectuaron una marcha.