Acapulco pierde su brillo debido a la inseguridad

Detrás de la violencia en el puerto, otrora lugar paradisiaco, hay un drama social

Acapulco, Gro.- Desde hace mucho, Acapulco dejó de ser un lugar paradisiaco y se ha ido convirtiendo en una ciudad que la carcome la violencia, la impunidad y la pobreza.

En 2006 comenzó la espiral de violencia. La ciudad se hundió en asesinatos, desapariciones, ataques armados, extorsiones y desplazamientos forzados. Esto se volvió cosa de todos los días. El puerto perdió su brillo, cientos de negocios cerraron y la gran inversión se esfumó.

Por ejemplo, ya no está la discoteca Alebrije, que en el año 2013 apagó las luces, ni el restaurante El Olvido, ni la cadena California, ni Disco Beach, ni One Dolar; este puerto ya no es más el destino preferido de nacionales y extranjeros.

De forma paralela, Acapulco arrancó con otra tendencia aterradora: se colocó como el municipio con más personas en condición de pobreza extrema en todo el país. Violencia y pobreza galopan a un ritmo vertiginoso, así como la impunidad y el olvido.

En el Parque Papagayo, sobre la calle Manuel Gómez Morín, está arrumbada la principal biblioteca del turístico puerto.

El huracán “Otis” la destruyó, la convirtió en un cajón sin paredes, sin puertas, sólo hay muebles en mal estado amontonados. Ahí no hay ningún trabajador intentando ponerla en pie, reconstruyéndola; está en el olvido y no se sabe cuándo volverá a funcionar.

Desde 2015 y hasta junio pasado, en Acapulco han asesinado a 6 mil 61 personas, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. 

Este año, la tendencia de homicidios dolosos va al alza, este es el semestre más violento en los últimos seis años y se ve en las calles. 

También está inmerso en la pobreza extrema. En los últimos tres informes del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se ubicó como el municipio con más personas en situación de pobreza extrema en todo el país.

La ciudad se ha deteriorado, cada vez es más hostil, casi nada funciona: ni la recolección de basura, ni la distribución del agua potable, la vialidad y el transporte público son caóticos, sin empleos dignos, sin hospitales ni escuelas suficientes. Estamos ante una ciudad que cada vez se vuelve más inviable para habitarla.

Acapulco necesita una cirugía mayor, se tiene que ver cómo le llevan servicios a la población, hay una inviabilidad de la ciudad y si no se atiende se va a ir vaciando. Ahora con “Otis” mucha gente se fue. El vaciamiento ya comenzó con la violencia y ahora con “Otis” se va a recrudecer. Esa inviabilidad va a generar migración. Se requiere un acuerdo local y una decisión nacional.