Testigo relata rescate en accidente aéreo de aeronave mexicana en Galveston

La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte investiga la tragedia aérea que dejó seis muertos en Texas.

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 23 (EL UNIVERSAL).- La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de Estados Unidos abrió la investigación por caída de aeronave de la Marina mexicana durante misión médica en Galveston, Texas, que dejó seis muertos, incluido un bebé.

Según la NTSB, el primer paso de la pesquisa será recuperar el avión del muelle, un proceso que podría tardar una semana o más. Una vez recuperados los restos, se trasladarán a una instalación segura donde un investigador de la NTSB los examinará.

La agencia dijo que su investigación se centrará en tres áreas principales: el piloto, la aeronave y el entorno operativo.

Los investigadores recopilarán y revisarán datos de las trayectorias de vuelo, grabaciones de las comunicaciones del control de tráfico aéreo, registros de mantenimiento de la aeronave y pronósticos meteorológicos, junto con las condiciones meteorológicas y de iluminación reales en el momento del accidente.

Los investigadores también examinarán la licencia del piloto, sus calificaciones y su experiencia reciente de vuelo, así como los antecedentes de 72 horas del piloto para determinar si algún problema pudo haber afectado la operación segura del vuelo. Los investigadores también revisarán dispositivos electrónicos que podrían contener información relevante para la investigación.

En un comunicado, la Secretaría de Marina, a través de la Armada de México, confirmó el fallecimiento de seis de las ocho personas que viajaban el lunes en la aeronave de la Armada mexicana, cuatro de tripulación naval y cuatro civiles.

"Las dos personas que sobrevivieron al percance se encuentran estables y reciben la atención médica correspondiente", agregó la nota.

La Guardia costera de Estados Unidos confirmó la presencia de un niño de dos años entre las víctimas mortales del accidente, ocurrido en aguas cercanas a la localidad texana de Galveston.

El avión, un modelo bimotor de transporte ligero, llevaba a cuatro miembros de la Marina mexicana y a cuatro civiles, incluyendo al menor, al que se estaba trasladando al hospital pediátrico Shriner's de Galveston en colaboración con la Fundación Michou y Mau, dedicada a la asistencia de menores con quemaduras severas.

Un representante de Shriners Children's declaró que "con profunda tristeza nos enteramos de que un niño sufrió un accidente aéreo mientras era trasladado para recibir atención por quemaduras en Galveston esta tarde. El Hospital Shriners Infantil de Texas se enorgullece de atender a niños de todo el mundo. Al no haber ingresado a este paciente, no podemos proporcionar información".

Sky Decker, un testigo que ayudó a rescatar a una mujer, dijo: "Cuando vi los escombros, no me imaginé que hubiera alguien vivo allí, pero la gente en el lugar dijo que sí", dijo Decker. "Logré sacar a una mujer que estaba viva y a un hombre que ya había fallecido. Sufría mucho. Preguntaba por el bebé".

"Fue horrible", declaró. "Por suerte, el avión se estrelló en aguas poco profundas; de lo contrario, se habría sumergido por completo. Apenas sobresalía lo suficiente del avión para que esta mujer pudiera respirar. Tiene mucha suerte. Esa mujer sobrevivió. Luchó de verdad por su vida. Había combustible para aviones en el avión".