Ciudad de México, 30 abr (EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, celebró este martes la localización con vida del cura Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, en el sureño estado de Guerrero, para evitar que la oposición aprovechara el caso durante las campañas.
"Ahí está también la suerte porque imagínense si no aparece, independientemente de que si fue o no fue secuestro, que no apareciera, les va a dar coraje pero lo tengo que decir: ¿Cómo están los adversarios nuestros? A la caza del gazapo, del error, culpándonos de todo. También es entendible, porque estamos en temporada electoral", dijo el mandatario en su conferencia diaria.
El gobernante mexicano expresó que, ante las elecciones del 2 de junio, existe "una guerra de fango, de lodo, muchas mentiras, muchas calumnias porque" los opositores "piensan que así les va a ir bien".
"Que no sientan que van a dar un golpe espectacular y se van a ir al cielo", comentó.
La desaparición de Rafael Mendoza, conocido por buscar una tregua con el crimen organizado del sur de México, se reportó desde el fin de semana pasado, pero trascendió de forma pública este lunes ante las denuncias de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El sacerdote apareció con vida en un hospital de la ciudad de Cuernavaca, capital del estado de Morelos, pero aún se desconoce si fue víctima de un secuestro, apuntó ahora la secretaria federal de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.
"No podemos nosotros decir en este momento por la secrecía (más detalles), vamos a ver qué sucedió y vamos a ver cuál es la declaración. Hay evidentes pruebas en donde se puede conocer indicios (sobre) qué sucedió realmente y, si se trato de una privación ilegal de la libertad vamos a dar con los responsables", expresó en la conferencia de López Obrador.
La titular de Seguridad prometió que "se va a investigar a fondo todos y cada uno de los sucesos".
"Por fortuna está bien, pero hay que investigar quiénes son los responsables y en donde está el proceso, pero estamos mandando nosotros a un grupo de los compañeros que pertenecen a la Coordinación Nacional Antisecuestros", detalló.
El crimen ocurre en medio de las tensiones entre el Gobierno de López Obrador y la Iglesia católica, que ha denunciado un recrudecimiento de la violencia, en particular en el sur de México, donde sacerdotes han buscado un cese al fuego del crimen organizado y templos cristianos han cerrado por amenazas de violencia.
"Lo más importante de todo es que se encontró en un hospital bien y ya está dado de alta porque son temas muy lamentables, (aunque) le pase a cualquier persona, pero en este caso estamos hablando de un dirigente religioso", mencionó ahora López Obrador.