CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Un aspirante a una alcaldía del estado de Chiapas, en el sur de México, fue asesinado y su esposa e hijo resultaron heridos por disparos de arma de fuego, anunciaron el jueves autoridades estatales.
La muerte del político se da a dos días del homicidio de otro precandidato en el estado sureño de Guerrero, en medio de una escalada de la violencia en plena campaña federal para las elecciones generales del 2 de junio.
El cuerpo sin vida de Diego Pérez Méndez, quien era precandidato del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI) para la alcaldía de San Juan Cancuc, fue hallado el jueves en las cercanías de la comunidad indígena de Yalvanté del municipio de San Chamula, indicó la Fiscalía General de Chiapas.
En el lugar también se encontró a la esposa e hijo de Pérez Méndez con lesiones por armada de fuego, precisó la Fiscalía.
Pérez Méndez tenía previsto participar el jueves en un plebiscito en el municipio San Juan Cancuc para seleccionar al candidato del PRI que competirá por la alcaldía de esa comunidad en los comicios de junio.
El asesinato del político fue condenado por el presidente del PRI, Alejandro Moreno, quien exigió a las autoridades esclarecer los hechos y castigar a los responsables.
"El gobierno no puede seguir negando la realidad: los más de 110 hechos de violencia relacionados con el proceso electoral exigen que se tomen medidas para garantizar la seguridad de todos y evitar que la delincuencia organizada sea la que elija el próximo 2 de junio", dijo Moreno en un comunicado.
El pasado martes fue asesinado a balazos Tomás Morales quien aspiraba a competir por el partido gobernante Morena para la alcaldía del municipio de Chilapa de Álvarez en Guerrero.
Según medios locales, Morales fue interceptado por un hombre cuando llegaba a su casa quien, sin mediar palabras, le disparó a la cabeza.
A inicios de mes, Alfredo González, precandidato del Partido del Trabajo para la alcaldía de Atoyac de Guerrero, murió tras ser tiroteado dentro de su vehículo. El ataque contra González ocurrió una semana después del asesinato de dos precandidatos para la alcaldía del municipio Maravatío del estado occidental de Michoacán, el médico Miguel Ángel Zavala y el líder transportista Armado Pérez Luna.
De septiembre y hasta el 28 de febrero se han registrado al menos 44 agresiones contra aspirantes o candidatos a cargos de elección popular, según un estudio que difundió este mes la firma local de consultoría en riesgo político y planeación Integralia Consultores.
Los políticos de las pequeñas comunidades se han convertido en el blanco predilecto de las organizaciones delictivas mexicanas, según investigaciones desarrolladas por centros de estudios, especialistas y activistas que han recomendado a las autoridades federales elevar las medidas de seguridad en los estados y municipios para evitar una escalada de la violencia de cara a los comicios.
El 2 de junio se elegirán más de 20 mil cargos además de la presidencia, ocho gobernaciones y la alcaldía de la Ciudad de México, y 628 congresistas federales.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha desestimado los llamados de alerta de los especialistas y partidos políticos sobre la escalada de la violencia en el proceso electoral y ha solicitado a los gobiernos estatales y municipales dar protección a los candidatos locales.