Miami, 3 jul (EFE).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció este miércoles la impunidad por la muerte a puñaladas en 1991 del columnista mexicano Víctor Manuel Oropeza Contreras, como parte de su campaña 'Voces que reclaman justicia'.
La organización urgió a las autoridades a reabrir el caso por el asesinato, ocurrido en 1991 en Ciudad Juárez, México.
Oropeza tenía 60 años de edad y 28 de experiencia periodística cuando fue asesinado.
Entre los posibles móviles del homicidio, se consideraron las duras críticas y denuncias en su columna en el Diario de Juárez, sobre la presunta relación entre los cuerpos policiales y los narcotraficantes.
La SIP busca perseverar en el reclamo de justicia y rescatar la memoria del periodista, cuyo crimen también derivó en amenazas anónimas contra el padre de Patricia Martínez Téllez, viuda de Oropeza.
En 1997, la SIP presentó el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con el argumento de que había deficiencias en el proceso de investigación.
En 1999, la CIDH aprobó recomendaciones al Estado mexicano para acabar con la impunidad del caso que aún hoy siguen sin cumplirse.
"Observamos, y así se ha comunicado en reiteradas ocasiones a la CIDH, que se siguen sumando más eslabones a la cadena de impunidad del asesinato ocurrido hace 33 años, debido a la inacción y desidia del Estado para dar respuestas en tiempo y forma", subrayó Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP.
En 2003, la SIP y el Gobierno de México firmaron un compromiso de seguimiento para revisar el expediente del caso, pero la organización suspendió las conversaciones por falta de avances.
Jornet instó a las autoridades a dar cumplimiento a las recomendaciones y a quebrar "el ciclo de impunidad que rodea a este y a decenas de otros crímenes contra periodistas mexicanos".
En 2022, la viuda reclamó al Gobierno mexicano la impunidad, los desaciertos y las irregularidades en la investigación del caso, sin tener respuesta hasta ahora.
Para su viuda, "recordar que el caso permanece impune y no se busca ni siquiera la verdad histórica, es por sí solo indicativo de que hay gente importante y poderosa que tiene mucha preocupación de que se vuelva a abrir" la investigación.