CIUDAD DE MÉXICO, octubre 2 (EL UNIVERSAL).- En una sesión del Congreso, tan inédita como tersa, Claudia Sheinbaum Pardo rindió protesta como presidenta de México, con el simbolismo de lo que es la nueva etapa en la vida del país, donde las mujeres juegan un papel protagónico.
El histórico acto fue marcado por la presencia de tres mujeres al frente de los Poderes de la Unión: Claudia Sheinbaum como primera presidenta de México; Ifigenia Martínez, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y la ministra Norma Piña, presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal.
La sesión también fue muestra de los actuales tiempos dominados por un partido hegemónico que revivió el viejo ritual del "besamanos", tanto con el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador como con la nueva Mandataria, ante quienes se formaron enormes filas para saludarlos y tomarse la foto.
Enfrentados por la reforma judicial, legisladores y funcionarios de la 4T, por un lado, y los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por el otro, convivieron civilizadamente en el salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro, aunque la nota discordante la dio el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no sólo no saludó, sino que ignoró por completo a la presidenta del Máximo Tribunal del país, Norma Piña.
Aún con la Banda Presidencial en su pecho, el tabasqueño llegó hasta su lugar en la máxima tribuna de la nación y saludó a Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, y a Ifigenia Martínez, presidenta de la Cámara de Diputados, pero no a la ministra Piña, quien se puso de pie cuando pensó que el hoy exmandatario se acercaría a ella.
En contraste, Claudia Sheinbaum saludó a los dos legisladores y a su antecesor sin distingo, y cuando llegó hasta el lugar de la presidenta de la Suprema Corte le estrechó la mano derecha y la saludó de beso en la mejilla, ante la mirada del tabasqueño.
Previamente, antes de que hiciera su arribo la presidenta Sheinbaum, López Obrador fue recibido en el salón de sesiones por diputados y senadores de Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo con los clásicos gritos de batalla: "¡Es un honor estar con Obrador!" y "Honesto, valiente, así es mi presidente", entre otras consignas.
Los legisladores de la 4T hicieron fila y rodearon al mandatario saliente, mientras en el otro extremo de la tribuna la ministra Norma Piña, solitaria e ignorada por los morenistas, permanecía a la espera de que se reiniciara la sesión para la toma de protesta de Claudia Sheinbaum.
Al ver la escena, los senadores y diputados del PAN dejaron sus curules y escaños para acompañar y solidarizarse con la presidenta del alto tribunal. También hicieron fila para saludarla, abrazarla y tomarse fotos con ella, hasta que fueron interrumpidos por la presidenta de la Cámara, quien llamó al orden para recibir a la nueva Presidenta de la República.
Los restantes 10 ministros de la Suprema Corte de Justicia fueron ubicados en otra zona, al lado izquierdo de la tribuna.
La diputada Ifigenia Martínez hizo un enorme esfuerzo para estar presente en esta sesión y tener el privilegio de entregar la Banda Presidencial a Sheinbaum.
Enferma y muy disminuida a sus 94 años de edad, la exsenadora y economista, fundadora de la Corriente Crítica del PRI, llegó en silla de ruedas hasta el salón de sesiones del Palacio Legislativo de San Lázaro y con la ayuda de un tanque de oxígeno para respirar.
No obstante, de manera ejemplar, condujo la sesión en la que la primera presidenta de México rindió protesta. "Híjole, apenas me sostengo", alcanzó a decir doña Ifigenia cuando con dificultades se puso de pie para recibir de Andrés Manuel López Obrador la Banda Presidencial y entregársela a Claudia Sheinbaum, quien había protestado el cargo a las 11:30 horas.
Ya con la Banda Presidencial en el pecho, la Mandataria pronunció su primer discurso como titular del Poder Ejecutivo, que se extendió por 44 minutos, en los que fue interrumpida en más de 10 ocasiones con aplausos y consignas de la 4T, mientras que las mermadas bancadas de oposición cumplieron con un "pacto de no agresión" no escrito y se comportaron a la altura, pues si bien no aplaudieron, tampoco interpelaron a la Presidenta ni lanzaron consignas en su contra.
Al finalizar la sesión, una comitiva de legisladores acompañó al expresidente hacia la salida del recinto, del que se retiró tal como llegó, de la mano de su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.
Otra comitiva de senadores y diputados acompañó a la presidenta Claudia Sheinbaum, quien tardó 15 minutos en salir del salón, ya que muchos de los legisladores que le hicieron valla la detenían para saludarla y tomarse fotos, al tiempo que la despedían con el grito de "¡Presidenta! ¡Presidenta!" y "¡Es un honor estar con Claudia hoy!".
Entre los legisladores, sin duda el más asediado para las fotos fue el presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, quien se dejó querer por sus compañeros de Morena, el Partido Verde y el Partido del Trabajo.
Esta sesión histórica fue atestiguada por 900 invitados, entre ellos 16 presidentes y jefes de Estado, además de representantes de 105 países y 23 organismos internacionales.
Entre los mandatarios que asistieron destacaron los de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; Cuba, Miguel Díaz-Canel; Honduras, Xiomara Castro, y Guatemala, Bernardo Arévalo.
También presenció el acto en el recinto legislativo de San Lázaro, Jill Biden, primera dama de Estados Unidos, en representación del presidente Joe Biden, mientras que como representante del gobierno de Canadá asistió la viceprimera ministra Chrystia Freeland.
Además, asistieron invitados especiales de la presidenta Sheinbaum Pardo como el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración de EL UNIVERSAL; Emilio Azcárraga, presidente de Grupo Televisa; el actor Demian Bichir, el campeón mundial de boxeo Saúl "Canelo" Álvarez, el exsubsecretario de Salud Hugo López-Gatell y Jorge Emilio González, "El Niño Verde", quien, sin ser legislador, permaneció varios minutos entre las curules tomándose fotos con diputados y senadores.
La cobertura de la sesión estuvo a cargo de más de mil periodistas de 400 medios de comunicación tanto nacionales como extranjeros, que abarrotaron los espacios disponibles para la prensa dentro de la Cámara de Diputados.