En el mundo son muy pocas las beatas laicas, por lo que la beatificación de la mexicana Concepción Cabrera de Armida, conocida como Conchita, es doblemente importante, consideró el padre Doménico Di Raimondo Romo, director de la Casa de Oración para Sacerdotes de la Diócesis de Orange, Estados Unidos.
Señaló que apenas se pueden contar con las manos quienes alcanzaron tal distinción a nivel mundial, por lo que la beatificación de Conchita se trata de “algo fenomenal” para América Latina y para la Iglesia.
Recordó que Concepción Cabrera fue beatificada porque se le atribuye un milagro cuando, se cree, Jorge Guillermo Treviño se curó de parálisis general, al ofrecer una oración a Dios por intercesión de Conchita, lo que le permitió salir a pie de un hospital en Monterrey, Nuevo León, en 2008.
Al término de la ceremonia de beatificación celebrada en la Basílica de Guadalupe, comentó que en el caso de "todas las santas anteriores que eran casadas los esposos a veces no eran muy buenos, entonces había mucha bronca, en cambio Conchita tiene una familia muy buena”.
“Por eso pienso que la beatificación es un grito para decir: todos los que estamos aquí en el mundo, incluso los no bautizados, estamos llamados a ser hermanos y hermanas de los demás y hacer que nuestra sociedad sea justa”, manifestó.
Explicó que la ahora beata podría convertirse en santa y después doctora de la Iglesia, pues cuenta con requisitos como sus obras escritas que fueron traducidas a diversos idiomas y leídas en muchos ámbitos de la Iglesia para el aprendizaje.
Agregó también que el proceso de beatificación fue largo, ya que debieron hacerse muchos estudios para probar que no era una herejía. “Ella escribió 66 pequeños volúmenes que abarcan 44 años de diario, entonces hubo que estudiar todo eso con mucho detalle y por eso llevó mucho tiempo”, sostuvo.
Los deseos de su beatificación comenzaron desde 1953 por tratarse de una mujer que vivió el Evangelio al cien por ciento y que además se le atribuyó el “milagro” de 2008.
Concepción Cabrera nació el 8 de diciembre de 1862 en San Luis Potosí y falleció el 3 de marzo de 1937 en la Ciudad de México.