Tras la persistente contingencia ambiental, por la que atraviesa la CDMX desde el pasado lunes 13 de mayo, cuando la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), activó la fase 1 por contaminación por ozono, miles de capitalinos continúan padeciendo de las afectaciones por tal situación.
De acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres, en las capas más altas de la atmósfera, el ozono puede ayudar a protegernos de la radiación UV proveniente del sol, solo que cuando esta baja al nivel del suelo, como en esta ocasión, mencionan que se vuelve perjudicial para la salud.
El ozono es un gas que de forma natural, está presente en bajas concentraciones en la atmósfera, sin embargo, es en las ciudades donde puede concentrarse por la reacción química entre los óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles con la presencia de la luz solar.
Los grandes emisores de estos compuestos, en mayoría son los vehículos que utilizan combustibles fósiles, además de fugas de gas natural y gas LP, industrias y estaciones de gasolina.
¿Qué daños provoca la contaminación por ozono?
En el cuerpo humano, este tipo de contaminación genera serias afectaciones como:
Irritación del sistema respiratorio
Reducir la función pulmonar
Ataques de asma y bronquitis, así como agravar la situación de quienes padecen enfermedades pulmonares crónicas
Disminuye la esperanza de vida
Por estos motivos es importante ayudar a reducir las emisiones de ozono como contaminante para mejorar la calidad del aire con pequeñas acciones:
Optar por el uso de transporte público o bicicleta
Compartir el auto, planeando con anticipación las salidas
Carga gasolina por las noches o muy temprano
Procura mantener en buenas condiciones tu automóvil, no olvides cambiar el convertidor catalítico
Apaga las luces y equipos eléctricos cuando no se usen en casa
Utiliza focos ahorradores de energía.