Desde el año 2000 opera la mafia israelí en México

Desde el año 2000, las áreas de seguridad e inteligencia del gobierno mexicano han detectado dentro del territorio nacional operaciones de la mafia israelí vinculadas con grupos locales del crimen organizado.
Según reportes de inteligencia, sólo entre 2000 y 2010 se registraron intensas operaciones con el "Cártel de los Beltrán Leyva", al que la mafia israelí abasteció de armas de alto poder y blanqueó ganancias ilícitas.
Tras la muerte de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, en diciembre de 2009 y la ofensiva que el gobierno federal lanzó contra Los Beltrán Leyva, los israelíes identificados hicieron una pausa en su actividad delincuencial en México.
Los reportes de inteligencia de la pasada administración indican que fue hasta 2013 cuando se tuvo de nuevo conocimiento de los contactos de la mafia israelí —principalmente en la capital del país— con la delincuencia organizada.
La Unidad Especializada en Investigación de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas de la Fiscalía General de la República tiene abiertas desde 2012 investigaciones sobre la introducción y venta de armas en México por parte de exagentes del Mossad, la poderosa agencia de inteligencia exterior de Israel.

Líderes tenían una empresa en Oaxaca

Azulay Alón y Jhony Ben (o Ben Sutchi) tenían una doble vida, prácticamente desconocida por las autoridades de este país. 

A pesar de que en Israel eran identificados como delincuentes con antecedentes e investigados en Estados Unidos por lavado de dinero y por presuntos nexos con grupos terroristas, aquí nadie sospechaba de ellos porque se hacían pasar como empresarios.

De acuerdo con una investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), ambos fundaron la compañía Bucay Soluciones Empresariales, la cual se ubica en la calle Álamos 505, de la colonia Reforma, en Oaxaca de Juárez.

Según el informe de la FGR, este consorcio ha participado en licitaciones de ese gobierno desde el año 2016 y ganó varios concursos para surtir a la entidad de productos de papelería, pero sobre todo para dar asesoría legal en materia administrativa.

La empresa ayudaba a instituciones del gobierno estatal y de sus municipios en operaciones financieras que, entre otros beneficios, hacían posible el que la Federación les devolviera el IVA, bajo un concepto de outsourcing, lo que les dejaba ganancias importantes a los israelíes. Esa aparentemente era una fachada para seguir en su negocio principal: lavado de dinero.

Inteligencia federal apunta a que Jhony Ben o Ben Sutchi era posiblemente el blanco del atentado en Plaza Artz. Una de las líneas de investigación más fuertes es que presuntamente estaba en conflicto con la organización criminal de Mosley Brothers y de una presunta sociedad criminal con Ben Cohen y su tío Itzik Cohen, por lo que el doble homicidio aparentemente escala a una disputa de mafias internacionales.