Ciudad de México, 27 feb (EFE).- Organizaciones y familiares protestaron este martes frente a la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE, Cancillería) de México para pedir la repatriación de Manuel Guerrero, un hombre mexicano homosexual que fue detenido el pasado 4 de febrero en la capital de Catar, Doha, debido a su orientación sexual.
La embajada de México en Catar aseguró este martes en un breve comunicado que, por su doble nacionalidad (británica y mexicana), no puede intervenir en el caso "debido a que el interesado tiene registrada su residencia en Qatar como nacional del Reino Unido y el consulado de ese país en Doha ha sido la entidad responsable y reconocida por autoridades cataríes para hacer gestiones consulares en su favor".
Asimismo, la embajada aseguró que está en contacto con la familia y que darán seguimiento al caso, pero los manifestantes aseguraron que eso no es suficiente, pues Guerrero nació en México y el Estado mexicano debe actuar para que se respeten sus derechos.
"Estamos aquí para exigir la libertad inmediata de Manuel Guerrero, un ciudadano mexicano que fue detenido por su orientación sexual y que debe ser repatriado. El Gobierno mexicano no puede so pretexto de que hay una soberanía de otro país permitir que esto se haga", dijo a medios durante la protesta Enrique Guerrero, el hermano del detenido.
Este mismo martes, el Comité Manuel Guerrero, conformado por activistas y agrupaciones de la diversidad sexual para dar seguimiento puntual a este caso, denunció la situación de Guerrero, que fue detenido en Doha tras acudir a una cita acordada a través de una aplicación y allí lo recibiese la policía catarí.
El colectivo relató que la propia policía de Catar creó un perfil falso en Grindr, una aplicación de citas, desde donde contactaron a Manuel y concertaron un encuentro con él, haciéndose pasar por un hombre homosexual, pero cuando llegó al lugar de la cita solo había policías que lo detuvieron.
Además, afirmó la organización, le sembraron un cuarto de gramo de metanfetamina, lo encarcelaron y lo sometieron a actos de tortura psicológica.
Por otra parte, le han impedido tomar los antirretrovirales que necesita por vivir con VIH.
"Se agrava la situación porque Manuel vive con VIH y el Estado de Catar no le brinda sus antirretrovirales, es decir, lo están torturando y condenándolo a muerte y el Estado mexicano lo que dice es 'estamos en contacto con la familia'. Que me manden a mí whatsapps ¿de qué me sirve? ¿Eso es todo lo que puede hacer el Estado mexicano?", sentenció Enrique Guerrero.
Por su parte, el activista Alaín Pinzón se dirigió a la canciller mexicana, Alicia Bárcena, para exigirle una solución para que Manuel Guerrero regrese a casa y sobre todo para que le brinden sus medicamentos.
"Le recuerdo a Bárcena que son representantes del Estado. Si hay una persona que vive con VIH lo menos que pueden hacer es integrarse a una mesa de colaboración internacional para que pueda llegar a México y tener acceso a sus medicamentos. Las personas que vivimos con VIH no podemos estar sin tratamiento", sentenció Pinzón.