El color de la ropa interior con el que recibes el Año Nuevo

Amor, dinero, paz o nuevos comienzos: el significado detrás de los colores que muchas personas eligen para arrancar el año con intención

Recibir el Año Nuevo no sólo implica brindar, comer uvas o hacer propósitos. Para muchas personas, también es un momento simbólico en el que la ropa interior juega un papel clave. Elegir su color se ha convertido en un ritual popular para atraer aquello que deseamos en el año que comienza, ya sea amor, dinero, paz o nuevas oportunidades.

Más allá de la superstición, los colores tienen un impacto emocional y psicológico: influyen en cómo nos sentimos y en la energía con la que empezamos un nuevo ciclo. Por eso, elegir conscientemente el color de la ropa interior es una forma íntima y personal de cerrar el año y abrirle la puerta al siguiente con intención.

El significado de la ropa interior en Año Nuevo

Rojo: amor y pasión

El rojo es uno de los colores más populares para Año Nuevo. Simboliza amor, deseo, energía y fuerza emocional. Usarlo se asocia con atraer relaciones intensas, fortalecer la autoestima y vivir el año con mayor pasión.

Ideal si deseas: romance, seguridad personal y conexión emocional.

Amarillo: dinero y prosperidad

El amarillo está relacionado con la buena suerte, la abundancia, el éxito y la claridad mental. Es el color favorito para quienes buscan estabilidad económica, nuevos proyectos o crecimiento profesional.

Ideal si deseas: prosperidad, oportunidades laborales y creatividad.

Blanco: paz y nuevos comienzos

El blanco representa limpieza, equilibrio y renovación. Es perfecto para quienes quieren dejar atrás lo viejo y empezar el año con calma, claridad y armonía.

Ideal si deseas: transformación, creatividad y claridad interior.

Negro: seguridad y elegancia

Aunque no siempre se menciona en los rituales tradicionales, el negro representa poder, protección y sifisticación. Es una opción para quienes buscan seguridad y control en el nuevo año.

Elegir el color de la ropa interior en Año Nuevo no garantiza milagros, pero sí puede convertirse en un gesto simbólico para definir tus intenciones y empezar el año con una mentalidad positiva. Al final, lo más importante es cómo te sientes tú al comenzar este nuevo capítulo.