Ciudad de México.- Más de la mitad de los productores del campo en Tabasco y Tlaxcala son víctimas del robo de sus animales e insumos, así como de amenazas, extorsiones y secuestros, según estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Tabasco, donde el morenista Javier May Rodríguez comenzó a gobernar este mes, es el estado en que la inseguridad limita más el abasto de alimentos, pues 51.9% de sus agroproductores han sido víctimas de estos problemas que, según empresarios, terminan subiendo los precios al consumidor.
En segundo puesto aparece Tlaxcala, que rige Lorena Cuéllar Cisneros, también de Morena, con una tasa de 51.3%, y en tercer lugar se encuentra Aguascalientes, a cargo de María Teresa Jiménez Esquivel, del PAN, donde la delincuencia pasa factura a 46.5% de sus productores agropecuarios.
A lo largo y ancho del país, 3.7 millones de productores del campo tienen alguna dificultad para realizar sus actividades, de los cuales 22.8% u 835 mil agroproductores sufren específicamente problemas de inseguridad.
No sólo el impuesto criminal pone en aprietos al sistema alimentario mexicano, sino también los problemas de transportación de los productos, especialmente para llegar a comunidades de difícil acceso y con mayores condiciones de precariedad, reveló la evaluación del consejo.
Aquí los tres estados con mayores dificultades también son los más pobres del país: Guerrero, Oaxaca y Chiapas, con tasas de 36.4%, 34.7% y 30.7%, en ese orden.
Al monitorear las principales ciudades del país, el Inegi encontró que las frutas y hortalizas se encarecieron 53% de diciembre de 2018 a septiembre pasado, es decir, en los 70 meses del gobierno pasado. Se trata de la mayor alza de precios desde la gestión del expresidente Ernesto Zedillo.
Los sectores productivos de menor tamaño y la población de localidades con mayores rezagos sociales son las principales víctimas de estas problemáticas, creando desigualdades en la disponibilidad de alimentos adecuados a nivel local.