Entre escombros y lodo “celebran” en Veracruz

A dos meses de las inundaciones en el estado, la limpieza de las localidades se ha prolongado

Ciudad de México.- Tras poco más de dos meses de las lluvias e inundaciones extraordinarias en el estado de Veracruz, cientos de familias llegan este miércoles a la Navidad aún entre escombros, lodo y problemas de acceso a servicios básicos.

En octubre pasado, al menos 48 localidades del estado se vieron afectadas por lluvias fuertes, inundaciones y desbordamientos de ríos, lo que dejó un saldo de 37 fallecidos y siete personas no localizadas, según el balance oficial.

A la emergencia inmediata se sumó un escenario de recuperación desigual, con zonas donde el drenaje todavía no se recupera y la limpieza se ha prolongado.

Desde la localidad de Coatzintla, uno de los 28 municipios veracruzanos afectados, Areli describió que los problemas persisten por fallas en la red de drenaje.

“(Las autoridades) están batallando con lo de los drenajes porque no estaban funcionando. Entonces, por lo tanto el agua no bajaba”, dijo a EFE en entrevista.

Añadió que “hay zonas todavía donde todavía hay mucho lodo y casas que no han sido habitadas todavía”, porque no se ha concluido la limpieza.

Por su parte, Juan Antonio Santiago, habitante de Poza Rica, una de las zonas más afectadas, señaló a EFE que “la basura también ha sido un caos porque como es muchísima no se dan abasto”.

Además, refirió que aún se observan “montones de basura” en algunos puntos y señaló que el depósito más cercano a su domicilio apenas ha sido reabierto, tras dificultades por el volumen de escombro y desacuerdos entre municipios.

No obstante, en Veracruz se contabilizaron 38 municipios afectados, según los recuentos oficiales compartidos por el Gobierno mexicano.

El cierre de año encuentra a comunidades con pendientes visibles: retiro de lodo, reconstrucción de enseres, normalización de la recolección de residuos y rehabilitación de viviendas.

La temporada decembrina, en varios puntos, se vive con la urgencia de recuperar lo básico y reducir el riesgo ante nuevas precipitaciones, en una entidad históricamente expuesta a temporales y crecidas, que se ve afectada con lluvias puntuales fuertes, y que según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) “podrían originar el incremento en los niveles de ríos y arroyos, deslaves, inundaciones, encharcamientos y visibilidad reducida”.