Para reducir la deuda pública sería necesario impulsar alternativas que permitan incrementar de forma equilibrada y fiscalmente sostenible los ingresos públicos, destaca un estudio de la Dirección General de Finanzas del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado, al advertir que durante los últimos 30 años la deuda neta del sector público federal mantuvo una tendencia mixta en términos reales, tanto en valores absolutos, como en la proporción que representa respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
La investigación apunta que, si bien la deuda pública puede ser un instrumento útil para hacer frente a crisis económicas, un menor nivel de endeudamiento como proporción del PIB permite mantener finanzas públicas más sanas y fiscalmente sostenibles.
El análisis destaca que en el período 1994-2007 dicha variable tuvo una tendencia predominantemente decreciente, pero de 2008 a 2024 su comportamiento ha sido al alza.
La investigación titulada "Evolución de la deuda neta del sector público federal en México durante las últimas cinco administraciones federales, 1994-2024", elaborada por el investigador Jaime Arturo del Río Monges, señala que en el último año de gobierno del expresidente Carlos Salinas de Gortari (1994), la deuda neta del sector público federal representó el 28.5% del PIB, mientras que para el último año de gobierno del expresidente Ernesto Zedillo (2000) dicha proporción se ubicó en 18.8% del PIB.
A su vez, en el último año de gobierno del expresidente Vicente Fox (2006) la proporción de la deuda neta representaba el 17.8% del PIB, y para el final del gobierno del expresidente Felipe Calderón (2012) dicha proporción había ascendido a 32.4%.
El estudio refiere que en el último año de gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto (2018), la proporción de la deuda neta respecto al PIB fue de 44.7%, y para agosto de 2024, dentro del último año de gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, dicha proporción representó 50.5% del PIB al considerar los primeros dos trimestres de 2024.