La tumoración afectaba el párpado izquierdo de la menor, y de haber continuado ahí, se corría el riesgo de que perdiera la vista.
Israel Estévez Chávez, cirujano plástico del Hospital General Regional número 1, en Cuernavaca, explicó que el pilomatrixoma se deriva de células del pelo y crece lentamente debajo de la piel, con frecuencia en el rostro o en el cuello.
En un inicio se pensó que se trataba de un quiste de inclusión, que generalmente son pequeños y asintomáticos, pero con el paso de las semanas, la lesión era mucho más grande, por lo cual se determinó agilizar la cirugía para retirarlo del rostro de la niña.
En los estudios patológicos de los tejidos de la cara de la paciente se confirmó que el tumor había desaparecido. El siguiente paso era evitar dejar marcas en su rostro con ciertos cuidados para mejorar la cicatrización. A dos meses de la operación, la madre de la menor agradeció a todo el equipo médico que intervino en la cirugía, porque prácticamente reconstruyeron parte del rostro de su hija.