En las relaciones de pareja existen varias dinámicas poco asertivas que, si no son trabajadas a tiempo, pueden desgastar rápidamente la relación o incluso transformarla en un vínculo poco saludable. "El firedooring" es el nombre con el que se le conoce a una de estas prácticas poco saludables dentro de la pareja y se da cuando una de las partes se encuentra permanentemente disponible, mientras que la otra persona no es recíproca en ese aspecto.
A la larga, esta práctica, que se ha vuelto frecuente en las relaciones en los últimos años, genera un desequilibrio en la dinámica de poder que no debería normalizarse, ya que puede afectar seriamente la estabilidad emocional de la persona que hace un "esfuerzo extra" dentro de la relación sin ser correspondido.
Conforme avanza la relación, "el firedooring" se vuelve más significativo, afectando a la pareja hasta que se vuelve difícil de ignorar, ya que la parte que se encuentra siempre disponible tiende a manifestar angustia, frustración y baja autoestima debido a la falta de reciprocidad.
Según la psicóloga Ayelén Mobilia, los dos aspectos fundamentales para atender "el firedooring" en la relación son: comunicación asertiva, educación emocional y empatía. Es saludable comunicar a la pareja lo que sientes y lo que esperas para que la otra parte esté al tanto de sus necesidades; callar no es una opción cuando se nota cierto desinterés en la pareja.
Para cambiar este tipo de dinámicas en la relación, se necesita la disposición de ambas partes para abordar el problema desde la empatía y con el compromiso de priorizar el tiempo en pareja y darle la relevancia que ocupa esa persona en la vida del otro.
La decisión de cada una de las partes involucradas para atender la problemática dependerá completamente de los factores individuales y el contexto de cada uno. Si la situación, aunque ya se habló, se hizo caso omiso y "el firedooring" continúa, la recomendación de la experta es poner límites e incluso plantearse la posibilidad de darle fin a la relación para priorizar el bienestar emocional de la parte afectada.