CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La salida de Alejandro Gertz Manero de la Fiscalía General de la República tras casi siete años y numerosos cuestionamientos marca el inicio de un nuevo ciclo en esa institución mexicana. Y la presidenta Claudia Sheinbaum, quiere que sea un golpe de timón en la forma de trabajar de la Procuración para que haya más transparencia y mayores resultados.
"La fiscalía requiere también de una transformación para el bien de México, que sea más transparente", indicó el viernes la mandataria en su conferencia matutina en la que dejó entrever que incluso podría haber temas que investigar sobre el funcionamiento de la institución durante su mandato.
"No se trata de que ahora pues nos pongamos a investigar o se ponga a investigar la fiscalía... a ver qué pasó y cuáles son los temas, sino un compromiso con el pueblo de México de avanzar en la seguridad de la paz y la cero impunidad ", agregó.
A cargo de esta reforma estará una de las personas más cercanas a Sheinbaum, Ernestina Godoy, consejera jurídica de la presidencia y exfiscal de Ciudad de México, a la que Gertz Manero designó para hacerse cargo de la institución hasta que el Senado —de mayoría oficialista— nombre a un nuevo titular, que todo apunta podría ser ella misma.
Con unos niveles de impunidad tan altos como los de México —el 95% de los casos que llegan a la fiscalía federal quedan sin resolverse, según México Evalúa— los cambios no serán sencillos.
Y aunque las críticas a la gestión de Gertz Manero son casi unánimes, también lo es la preocupación por el modo en el que se ha consumado su salida y la posibilidad de que el proceso de selección del nuevo titular no se haga con la debida transparencia y participación ciudadana.
"Fue un muy mal fiscal y hubo muchas razones por las cuales debió salir", pero no se hizo de la manera correcta, aseguró Laurence Patin, directora de la ONG Juicio Justo. "Se ve que fue negociada y le ofrecieron una salida con la cabeza en alto en lugar de que saliera por sus malos manejos".
Gertz Manero es un veterano abogado de 86 años muy criticado por la supuesta utilización de la fiscalía con fines políticos y personales y que protagonizó varios momentos de tensión con Estados Unidos. La presidenta confirmó que le ofreció una embajada, aunque no dijo en qué país.
Una sede diplomática ha sido desde hace años una salida común que dan los gobiernos de México a personajes incómodos con los que no quieren enfrentarse pero sí tener lejos.
Sheinbaum confió en que en la nueva etapa en la fiscalía se logre más coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública, la Guardia Nacional y las fiscalías estatales.
Mencionó dos temas específicos de alto impacto: el contrabando de combustible, un caso en el que están implicados altos funcionarios, y la investigación por la desaparición de 43 estudiantes en 2014, que se bloqueó en la administración de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) por falta de colaboración de las Fuerzas Armadas. El viernes se mostró dispuesta a que expertos internacionales regresen a México para colaborar con las pesquisas.
El Senado ya inició el proceso para elegir a un nuevo titular de la Fiscalía General, pero Sheinbaum ya dejó clara su preferencia: "Ernestina (Godoy) es una mujer extraordinaria, de principios, honesta, de muchas convicciones y demostró sus resultados cuando fue fiscal de la Ciudad de México".
La politóloga Georgina De la Fuente admitió que Godoy es una persona de su confianza que ya ha trabajado con el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, en la capital y podría aumentar la cooperación entre policías y fiscales, algo clave para que la estrategia de seguridad tenga éxito.
Pero recordó que el objetivo de la Fiscalía General es ser independiente del poder político y si se consuma la designación de Godoy habría "una autonomía de papel" porque es miembro del partido oficialista Morena y ha sido diputada y senadora por esa fuerza.
Sobre las prioridades del próximo fiscal general, Úrsula Indacochea, de la Fundación para el Debido Proceso —un colectivo que promueve el Estado de Derecho en América Latina—, dijo que "una política clara de combate al crimen organizado es central y urgente".
Que México logre investigaciones más eficaces como parte de la lucha contra los cárteles ha sido una insistencia de Estados Unidos y fue uno de los puntos destacados durante la visita en septiembre del secretario de Estado, Marco Rubio.
Pero también urge, agregó la experta, una política de transparencia "que muestre un cambio radical con la gestión de Gertz Manero" y tenga mecanismos eficaces para que el trabajo de la fiscalía esté bajo escrutinio público.