Los nuevos hallazgos
Los supuestos hallazgos de los muestreos presentados la semana pasada, carecen de cualquier nexo de causalidad con el evento ocurrido en 2014, sugirió la firma.
"Omiten señalar otras fuentes de contaminación actuales como son la minería ilegal, la descarga de aguas negras sin tratar y la acumulación prolongada de residuos de abonos agrícolas e insecticidas", agregó Grupo México.
Los resultados que integran el documento difundido en días pasados, contradicen a los que a lo largo del tiempo han hecho públicos la Conagua y la Cofepris, los cuales están soportados por laboratorios acreditados por la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA) y avalados por diversas instituciones, asegura la empresa.
Reitera remediación del daño
Las condiciones ambientales y la integridad de los ecosistemas de los Ríos Sonora y Bacanuchi son las mismas que existían hasta antes del accidente de 2014, enlista.
Luego afirma que los metales presentes en aguas superficiales, aguas subterráneas, suelos y sedimentos en estos ríos son iguales o inferiores a los valores de fondo existentes en la zona, es decir, a los niveles que ya existían antes del incidente, apunta.
Los resultados obtenidos de los estudios en flora, fauna y la evaluación del riesgo a la salud humana indican que actualmente no está afectada la integridad funcional de los ecosistemas de los ríos Bacanuchi y Sonora.
Sobre el daño a las personas
Las nuevas acusaciones vertidas apuntan a daños a las personas a lo que Grupo México también tuvo respuesta.
"Los estudios médicos, epidemiológicos y biológicos indican que no existió riesgo ni daño a la salud en la población del Río Sonora como consecuencia del derrame", añadió.
Incluso, otro estudio realizado por la Secretaría de Salud Pública del Gobierno de Sonora, publicado en agosto de 2019, no encontró evidencia de diferencia alguna entre la morbilidad y mortalidad de esta zona con el resto de la población del estado, entre 2000 y 2019, recordó la firma que preside Germán Larrea.
Grupo México ha sufrido diferentes embates del gobierno federal, el más mediático, hasta ahora, es el de la expropiación de una vía de 100 km que se le había concesionado a Ferrosur, en mayo pasado.
"La región del Río Sonora ha sufrido los efectos de continuas campañas de desinformación por personas y organizaciones con fines políticos y de desestabilización, causantes de temor y desconfianza infundada entre la población y de una seria afectación a la economía para esa zona", aseveró Grupo México.