Construir una planta de oxígeno parecía la opción más razonable. Benjamín Espinoza Zavala, administrador de Guanajuato, vio cómo todo un piso de su pequeño hospital se convertía en sala de Covid-19 cuando comenzó la pandemia en marzo de 2020: "Vimos cosas buenas y cosas malas. Fue bonito cuando los médicos ganaron la batalla, pero hubo muchos pacientes que perdieron", dijo.
La necesidad de oxígeno del hospital se disparó y ocasionalmente las entregas de CryoInfra, uno de los principales proveedores de oxígeno médico de México y parte del Grupo Infra, se redujeron a una vez cada dos días, subrayó Espinoza Zavala. Tuvo que comprar más de lo necesario para cubrir las brechas en el suministro, y los precios del Grupo Infra seguían subiendo.
Espinoza Zavala necesitaba una solución, así que en enero pasado, el hospital construyó una planta generadora de oxígeno con un costo de 3.5 millones de pesos. Esa planta podría abastecer a todo el hospital y ya se recuperó la inversión. Pero el Grupo Infra se dio cuenta de que los pedidos habían disminuido: "Altos ejecutivos, directores, administradores y médicos vinieron al hospital a ver la planta. Los administradores que nos visitaron fueron muy amables, educados. Estábamos en buenos términos", indicó Espinoza Zavala.
Luego, en junio pasado, llegaron los abogados. The Bureau of Investigative Journalism revela que, en medio de una escasez devastadora, los dos principales proveedores de oxígeno líquido de México han sido acusados de propagar miedo, duda y desinformación sobre las plantas de oxígeno, disuadiendo a los hospitales de cambiar a suministros más baratos y convenientes, con el efecto de proteger sus propios beneficios en el proceso.
Ambas empresas afirmaron falsamente que las plantas de oxígeno podían matar a los pacientes. El Grupo Infra y Praxair México —que juntos controlan 70% del mercado de oxígeno del país— también enviaron cartas a por lo menos otros cinco hospitales mexicanos que contenían información engañosa sobre las plantas generadoras de oxígeno. Después de leer la carta del Grupo Infra, algunos hospitales de México cancelaron sus planes de construir dichas plantas, que se utilizan de forma segura en más de 100 países. Al menos un hospital fue amenazado con acciones legales y sanciones económicas por incumplimiento de contrato por intentar suministrar oxígeno a los pacientes.
Un exempleado de Praxair México —propiedad de Linde, una de las mayores empresas de gases industriales del mundo— explicó a The Bureau of Investigative Journalism que, según su experiencia, era habitual que los empleados difundieran información errónea sobre las plantas de oxígeno a los médicos y a los directores de los hospitales.
"Este parece ser el libro de jugadas de algunas grandes empresas de gas", afirmó Leith Greenslade, coordinador de la coalición Every Breath Counts. "Cuando los países introducen plantas generadoras de oxígeno, los beneficios del gas líquido disminuyen, así que tienen un fuerte incentivo para restringir el acceso aprovechando la falta de conocimiento sobre las especificaciones de pureza del oxígeno entre los hospitales y los funcionarios de salud para mantener su cuota de mercado", señaló.
"A los pacientes de todo el mundo les interesa tener acceso al oxígeno de cualquier fuente", explicó Adrián Gelb, presidente de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos.
"Cualquiera que presione con más fuerza en la otra dirección probablemente tenga intereses comerciales o una gran incomprensión de la ciencia y de los datos que existen", consideró.
El Grupo Infra argumentó que sus acciones estaban justificadas y reiteró a The Bureau of Investigative Journalism que mantiene todo lo que dijo en la carta. Añadió que la empresa ha hecho "grandes donaciones a hospitales públicos y ha lanzado programas de ayuda dando oxígeno gratis en varios lugares del país" durante la crisis de Covid. Praxair no respondió a la solicitud de comentarios del medio.
Ola tras ola
Al menos 246 mil personas han muerto a causa del Covid-19 en México, la cuarta cifra más alta de decesos en el mundo. Los investigadores creen que la cifra real podría ser tres veces mayor, ya que muchos fallecen en casa sin que se les haga la prueba del virus y el número de éstas es bajo.
El oxígeno es uno de los principales tratamientos para el Covid-19 y la demanda en el país se ha disparado desde que comenzó la pandemia. En diciembre de 2020, una oleada de casos en la Ciudad de México desbordó los hospitales y provocó escasez. El gobierno recurrió a enviar a la Guardia Nacional para proteger los camiones de reparto de oxígeno y ordenó a los productores que dieran prioridad al oxígeno médico.
Para ayudar a satisfacer la creciente demanda de oxígeno en el mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y el Banco Mundial ayudan a los hospitales de países con ingresos bajos y medios a construir plantas de oxígeno, que producen ese gas con una concentración de 93%.
En Guanajuato, los abogados del Grupo Infra dijeron que el hospital de Espinoza Zavala había incumplido su contrato al instalar la planta. Una cláusula de exclusividad significaba que el hospital sólo podía comprar su oxígeno al Grupo Infra.
Espinoza Zavala revisó el contrato y se sorprendió. Aunque originalmente se había firmado en 2015, contenía una cláusula que lo renovaba automáticamente cada cinco años: "Nos tomó desprevenidos", dijo. Los contratos que se renuevan automáticamente por más de un año han sido prohibidos por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) para el oxígeno industrial, pero no para el oxígeno médico. El Grupo Infra dijo: "La renovación automática en el oxígeno médico es muy importante para garantizar el suministro de un elemento clave para preservar la vida". La empresa añadió que necesitaba incluir esas cláusulas para proteger sus inversiones.
Espinoza Zavala detalló que había una fuerte penalización: "Si dejábamos de comprarles, nos enfrentábamos a una multa de 1.3 millones de pesos". Se opuso argumentando que el hospital nunca había dejado de comprar el oxígeno de la empresa, sólo había reducido su pedido: más tarde, Grupo Infra le escribió aumentando la multa a más de 10 millones de pesos. Ha estado negociando con el Grupo Infra desde junio, pero no se ha llegado a ningún acuerdo.
Al igual que Espinoza Zavala, la doctora Marta Hernández Vázquez*, directora de un hospital privado de Michoacán, estaba cansada de depender del Grupo Infra. Su clínica trataba a muchos pacientes con problemas respiratorios —aunque no Covid-19, que eran remitidos a otros lugares—, y necesitaba hasta 40 tanques al mes, los que costaban 30 mil pesos.
Pensó que un generador de oxígeno parecía una buena solución. En octubre de 2020 se instaló una planta en el hospital y, según expuso, hizo que el suministro fuera mucho más cómodo y asequible. Ahora necesitaba menos tanques al mes. El 6 de octubre de 2020 recibió una carta del abogado del Grupo Infra.
También Praxair México envió una carta con afirmaciones falsas y engañosas a por lo menos un hospital. Decía que el uso de oxígeno de una planta violaba el contrato del hospital con Praxair. Añadía que el hospital estaba infringiendo la ley y que, si continuaba, dejaría de suministrar su oxígeno. Incluso aseguraba que el oxígeno de las plantas generadoras podía agravar las condiciones respiratorias y causar "la muerte potencial del paciente".
Un exempleado de Praxair, que trabajó allí durante más de una década antes de trasladarse a un competidor, alegó a la oficina que esta afirmación también se hizo verbalmente a los clientes: "Cuando estaba en esa empresa, decíamos a los médicos o al sector sanitario: 'Ahora bien, si no utilizan 99.5% [de oxígeno] sus pacientes podrían morir'. Cuando repites esta mentira muchas, muchas veces, se convierte en una verdad".
Afirmaron que era "una práctica habitual" y que solían repetir el mismo mensaje en las universidades y en otros foros. Sugirieron que Praxair y el Grupo Infra tenían el control de un mercado tan grande y con poca competencia que podían cobrar precios altos. Información adicional: Rosa Furneaux.
* El nombre fue cambiado.