La sequía pega fuerte a la CDMX

Ciudad de México.- Las más de cinco hectáreas de terreno de David Mendoza lucían fértiles y rebosaban de vida hace apenas dos años. Hoy se ven áridas, secas y muertas; él mismo estima que para este 2024 su producto será 50% menos que en 2022.

“Con el cambio climático, los calores tan fuertes y la falta de lluvias, las cosechas han disminuido bastante y esto nos afecta a los campesinos. En 2022 cosechamos unas 12 toneladas de maíz, este año con suerte voy a cosechar la mitad, y hay quienes no van a levantar nada”, lamentó.

Al igual que David, las casi 50 familias productoras del pueblo de San Mateo Xalpa, en Xochimilco, así como de San Miguel Topilejo, en Tlalpan, y zonas del sur de la Ciudad de México como Tláhuac o Milpa Alta, temen a la disminución en la producción de sus cosechas e incluso a la posibilidad de perder su patrimonio a causa de la falta de lluvias y la sequía que azota a la capital del país.

“Al ver estos cambios tan drásticos y la falta de lluvia, hay compañeros que han preferido buscarle por otro lado y vender sus tierras, pero a fin de cuentas todos acá vivimos del campo y hablando con ellos, habemos muchos que aún tenemos ganas de seguir adelante, pero cada vez es más difícil”, agregó.

Por generaciones, la familia de David se ha dedicado a trabajar el campo, cultivando de manera artesanal productos como frijoles, habas, tomates, calabazas, lechuga, espinacas, brócoli, cilantro y su principal fuente de ingresos: el maíz.

David explicó que las temporadas de siembra se han visto alteradas a causa del retraso de la lluvia y el aumento del calor a partir del año pasado. Mencionó que este año fue uno de los peores en cuanto a sequía y la lluvia tomó mucho tiempo en llegar, y duró menos de lo habitual.

“La temporada de siembra la hemos retrasado más por lo mismo de que las lluvias se han tardado en llegar y nosotros tenemos que recorrernos cada vez más. Nosotros sembrábamos empezando abril y ahora sembramos hasta mayo”, indicó.

Advirtió sobre las posibilidades de que las malas condiciones de este 2024 afecten del mismo modo o incluso peor a su producción que el año pasado, si es que no empieza a llover en las próximas semanas o meses.