La violencia no los mató, los obligó a quitarse la vida

Ciudad de México.- El suicidio y la violencia van de la mano. De acuerdo con cifras oficiales, en seis años más de 37 mil personas se quitaron la vida en el país, de estos actos, 59 % se cometió en estados con alto índice delictivo.

Las cifras no mienten, “la normalización de la violencia” influye en adicciones y suicidios, señala el doctor y fundador del Instituto Hispanoamericano de Suicidología A.C., Alejandro Águila Tejeda.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, entre enero de 2012 y diciembre de 2017, un total de 37 mil 150 personas se suicidaron en México, es decir, en promedio 17 al día.

En una revisión hecha por El Universal se detectó que en dicho periodo de tiempo más de la mitad de los casos de suicidio en el país (21 mil 757) se concentraron en una decena de entidades. Encabeza la lista el Estado de México, con 3 mil 704 casos; Jalisco, con 3 mil 275; Guanajuato, con 2 mil 530; Ciudad de México, con 2 mil 333 y Chihuahua, con 2 mil 165.

Tras explorar las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), se detectó que de enero de 2012 a diciembre de 2017 las entidades más violentas —en las que se registraron más homicidios dolosos, secuestros y extorsiones— coincidieron con las   que tuvieron el mayor número de hombres y mujeres que decidieron ponerle fin a su vida.

El doctor Alejandro Águila Tejeda es claro: la normalización de la violencia ha lacerado a hombres y mujeres no sólo en espacios públicos, sino también en la intimidad. No hace falta un delito para arrancarle la vida a alguien.

“La normalización de la violencia, amenazas, muertes y persecuciones han tenido influencia y han propiciado las adicciones y los suicidios”, detalla y agrega que el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes del país.