El presidente Andrés Manuel López Obrador insinuó el miércoles, sin ofrecer evidencia, que la mayoría de quienes mueren en tiroteos perpetrados por grupos delictivos y cárteles en México, están bajo los efectos de las drogas o el alcohol, lo que provocó críticas y preguntas sobre si la afirmación era precisa.
En su conferencia de prensa diaria, López Obrador dijo que debe revertirse la creciente tasa de consumo de drogas si el país quiere garantizar la paz y seguridad tras años de alza contante en homicidios.
“Nada más para que se tenga un dato, el 60% de los que pierden la vida diariamente, 60% de los asesinados en enfrentamientos, se demuestra que están bajo los efectos de drogas o de alcohol, pero fundamentalmente de droga”, aseveró el presidente.
Los comentarios revivieron un debate escuchado entre el 2006 y 2012, durante la presidencia de Felipe Calderón, quien emprendió la ofensiva militarizada antidrogas en México. Calderón decía que la mayoría de quienes murieron durante la guerra contra las drogas estaban vinculados a los cárteles, también sin ofrecer evidencia, pero con el tiempo dejó a un lado dicha retórica tras recibir críticas de activistas y familiares de algunas de las víctimas.
Un funcionario del gobierno federal clarificó el miércoles que el número venía de las reuniones matutinas privadas de López Obrador con su gabinete de seguridad y está basado en análisis de aquellos muertos en enfrentamientos entre grupos delictivos y/o fuerzas de seguridad. Eso indica que hacía referencia a presuntos criminales y no a víctimas de homicidio en términos más generales. El funcionario, quien no estaba autorizado para hablar del tema públicamente y habló bajo condición de anonimato, dijo que existe la documentación, pero no es pública.
Sin embargo, los críticos cuestionaron si había base científica para tal afirmación. Si bien es cierto que a veces los sicarios de cárteles consumen drogas antes de realizar sus sangrientos asuntos, cuestionaron si es justo insinuar que el consumo de drogas es una causa subyacente de la violencia del crimen organizado. Y quizás, debido a la ambigüedad de las palabras de López Obrador, muchos entendieron que aplicaba para todos los homicidios, lo que provocó acusaciones de culpar a las víctimas.
El analista de seguridad Alejandro Hope escribió que comúnmente el consumo de drogas se usa para describir a los que cometen los homicidios, no los muertos, y que “hay cero evidencia” de la afirmación de López Obrador.
María Elena Morera, presidenta de la ONG Causa en Común, dijo que el comentario del presidente era “preocupante” y que no hay datos para respaldarlo.
“Así que el presidente está confundido, mal informado o sencillamente lo hace para reforzar su postura de revictimizar y no legalizar” las drogas, dijo Morera.
A López Obrador también le preguntaron en la conferencia de prensa sobre una posible legalización, por ejemplo, del cultivo de amapolas o del consumo recreativo de marihuana, e insinuó que su gobierno analiza más la legalización con fines médicos.
La Suprema Corte falló en 2018 que era inconstitucional la prohibición de la posesión, consumo personal y cultivo privado de cannabis, aunque los legisladores no han legislado sobre la despenalización.
Data Cívica, una ONG enfocada en datos para la defensa de derechos humanos, dijo que le preocupaba la afirmación de López Obrador.
“Por un lado, porque las drogas y alcohol no justifican un homicidio, pero por otro porque no hay forma de conocer esa información”, dijo Data Cívica en un hilo en Twitter. “En este sentido, o el presidente tiene acceso a una base de datos que nadie conoce, y debería ser pública, o está reproduciendo prejuicios”.
El año pasado, México registró 35.588 homicidios, la mayor cantidad desde que comenzaron a llevarse registros comparables en la década de 1990. La tasa de incremento en homicidios en 2019 sí disminuyó significativamente respecto a la de años previos.
Desde que Calderón lanzó la ofensiva antidrogas en 2006, los homicidios al año se han triplicado con creces.
López Obrador se decanta por estrategia de atender las causas de raíz, como la pobreza y el desempleo, para intentar reducir la violencia en el país.
“Necesitamos dejar en claro que las drogas, sobre todo las drogas de la actualidad, las drogas químicas, destruyen”, dijo el miércoles el presidente.