CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 28 (EL UNIVERSAL).- Senadores republicanos y demócratas de Estados Unidos enviaron una carta al fiscal general Merrick Garland, donde expresan su creciente preocupación "por la violencia que afecta a ciudadanos estadounidenses en México" y se quejan de la "falta de voluntad" por parte del gobierno mexicano para "hacer más" contra ese fenómeno.
La carta, fechada el 26 de septiembre, alude al tiroteo del pasado 9 de septiembre en Miguel Alemán, Tamaulipas, en el que resultaron heridos al menos cuatro estadounidenses. Recuerda también un ataque del 7 de marzo en el que cuatro estadounidenses fueron secuestrados en Matamoros, Tamaulipas, y dos de ellos asesinados. "Estos incidentes no son aislados a ninguna región del país", señala la misiva, que insta "al Departamento de Justicia de Estados Unidos a intervenir".
"El Gobierno de México ha demostrado su falta de voluntad para hacer más. Es hora de que pongamos sobre aviso a los cárteles mexicanos y nos aseguremos de que se investigue a fondo cualquier ataque contra ciudadanos o empresas estadounidenses en México", continúan los legisladores.
"Los autores y líderes de estas organizaciones deben ser extraditados, procesados y llevados ante la justicia en Estados Unidos. Debemos seguir intentando colaborar con México siempre que podamos. Alentamos al Departamento de Justicia a perseguir la justicia para el pueblo estadounidense y la protección de nuestros propios ciudadanos sin importar el lugar".
La carta, firmada por los representantes Vicente González (demócrata); Dan Crenshaw (republicano); Brian Babin (republicano); Henry Cuellar (demócrata) y Jared Golden (demócrata), califica de "inaceptable la violencia de los cárteles a lo largo de nuestra frontera sur y los riesgos que representa para ciudadanos estadounidenses".
González, uno de los firmantes, alegó que "es evidente que el Gobierno de México es incapaz de hacer que los delincuentes rindan cuentas, por lo que nuestro gobierno federal debe actuar en consecuencia para investigar y perseguir los delitos contra los ciudadanos estadounidenses".
Es necesario, insistió, que a los cárteles les quede claro que "cualquiera que cometa delitos contra estadounidenses en México o en cualquier otra parte del mundo, será extraditado y tendrá que rendir cuentas bajo el sistema judicial estadounidense, y que se hará justicia".