CIUDAD DE MÉXICO (EFE).- La plaza donde se ubica el ahuehuete junto al que el conquistador Hernán Cortés derramó sus lágrimas en la denominada Noche Triste tras perder una batalla el 30 de julio de 1520 se llama desde este martes Plaza de la Noche Victoriosa.
"¿Por qué cambiar el nombre de la plaza? Porque partimos de la convicción de que una sociedad necesita saber de dónde viene para saber a dónde va", declaró la jefa de Gobierno de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, durante el evento de "Reivindicación de la Noche Victoriosa".
El nombre de la antes llamada Plaza de la Noche Triste, ubicada en el noroeste de la Ciudad de México, llevaba décadas siendo cuestionado por algunas organizaciones de la sociedad civil, pero no fue hasta la llegada del actual presidente Andrés Manuel López Obrador que la historia, tanto de este lugar como de otros simbólicos de la conquista, se han modificado con otra orientación.
México conmemora este 2021 los 200 años de su independencia (1821), los 500 años de la conquista (1521) y, aunque se trata de una fecha cuestionada, los 700 años de la fundación de Tenochtitlan, actual Ciudad de México.
El Gobierno de López Obrador ha preparado 15 eventos conmemorativos en la línea marcada por el presidente desde que en 2019 exigió al rey Felipe VI de España y al papa Francisco que se disculparan por los abusos de la conquista.
"Si decimos noche triste pensamos en Cortés y en la conquista. Si decimos noche victoriosa honramos a quienes murieron en la masacre del Templo Mayor y a los pobladores", continuó Sheinbaum en un discurso en el que recordó lo sucedido unos días antes de que Cortés fuera derrotado y acudiera al lugar a desahogarse junto al ahuehuete.
LA VENGANZA DE LOS MEXICAS
Sheinbaum recordó que Pedro de Alvarado traicionó a los mexicas después de permitirles la celebración de una fiesta.
El 22 de mayo de 1520, frente al Templo Mayor, muy cerca del emblemático Zócalo capitalino, los mexicas realizaron una fiesta en honor a Tóxcatl (época de sequías).
Cortés (1485-1547) había tenido que salir de México-Tenochtitlán y dejó a cargo de la vigilancia del tlatoani (emperador) Moctezuma a Pedro Alvarado. Entonces permitió la celebración pero ordenó, sin embargo, una masacre muy violenta que rompió con la entente establecida por Cortés entre los conquistadores, sus aliados indígenas y los mexicas.
A partir de entonces, las cosas cambiaron y comenzó una guerra total entre ambos bandos que tuvo un punto clave: la primera y única batalla de la que los mexicas salieron victoriosos frente a las tropas de Cortés y sus aliados indígenas e hicieron, según la leyenda, que el conquistador derramara sus lágrimas junto a un viejo ahuehuete.
Por su parte, la coordinadora nacional de Memoria y Cultura de México, Beatriz Gutiérrez Müller, mencionó el "poder de los alaridos" con los que los mexicas atemorizaron a los españoles el 30 de julio de 1520.
"ACTO DE JUSTICIA"
"Los ojos de la victoria son gloriosos y cuando se transmite la historia o queda por escrito se convierte en leyenda. Pero los mexicanos defendieron con el mayor honor la toma de la ciudad de Tenochtitlán", dijo Gutiérrez Müller, esposa de López Obrador.
La jefa de Gobierno consideró que es indispensable generar una "política de historia" sobre la conquista, "porque ahí nació el racismo", una de las lacras del actual México.
Durante mucho tiempo se hizo ver en la historia enseñada que la conquista había sido "sencillamente un encuentro de dos mundos".
"Los mexicanos pelearon como los más fuertes guerreros. A pesar de la victoria, el laurel se lo llevaron fuera del continente. Con este sencillo cambio de nombre se hace un acto de justicia para los pobladores. México fue, es y seguirá siendo grande", terminó la responsable de la Coordinación Nacional de Memoria y Cultura de México.
Después de los discursos iniciales, las autoridades presentes se colocaron frente al viejo ahuehuete y, frente a vecinos de la zona que les pidieron que cuiden el lugar, develaron una placa con el nombre de la Plaza de la Noche Victoriosa. EFE
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