BELÉM, Brasil — Los cuerpos de nueve migrantes hallados en un bote africano frente a la costa norte de la región de Amazonía de Brasil fueron sepultados el jueves en una ceremonia solemne en Belém, capital del estado de Pará.
Varios pescadores encontraron el bote a la deriva frente a las costas de Pará el 13 de abril, llevando los cuerpos que ya se encontraban en estado de descomposición. Funcionarios brasileños dijeron después que los documentos hallados en la embarcación indicaron que las víctimas eran migrantes de Mali y Mauritania, y que el bote había zarpado de este último país después del 17 de enero.
Los difuntos fueron sepultados en una ceremonia secular por varios grupos que participaron en su rescate, como la Agencia para los Refugiados de la ONU, la Cruz Roja y la Organización Internacional para las Migraciones, así como agencias de la policía, de la marina y la defensa civil de Brasil.
Una lluvia tropical caía mientras los ataúdes eran depositados en las tumbas cavadas en la tierra y los presentes miraban respetuosamente en silencio.
En el bote, de unos 12 metros (39 pies) de largo se hallaron 25 impermeables y 27 teléfonos, lo que apunta a que el número original de pasajeros era significativamente mayor. Esto también indica que entre los muertos podría haber personas de otras nacionalidades, señalaron funcionarios locales.
Era un bote rústico azul y blanco de fibra de vidrio que, cuando se encontró, no tenía motor, caña ni timón. Su forma de canoa es similar a los botes pesqueros mauritanos que suelen usar los migrantes que huyen de África occidental en dirección a la Unión Europea a través de las Islas Canarias.
Una investigación de The Associated Press, publicada el año pasado, reveló que en 2021 al menos siete botes procedentes del noroeste de África fueron hallados en el Caribe y Brasil. Todos ellos llevaban cadáveres a bordo, como el bote encontrado en Pará.
Hasta ahora, ninguna de las víctimas ha sido identificada. Las autoridades dijeron que la forma en que se sepultaron los cadáveres permite realizar posteriores exhumaciones en caso de que se localice a las familias de los fallecidos y éstas deseen llevar los cuerpos de vuelta a sus países de origen.
El instituto de criminología de Brasil en la capital Brasilia está realizando análisis forenses de los restos, y la Policía Federal señaló que está en contacto con la Interpol y organizaciones extranjeras para comunicar los posibles resultados.