“Nos faltan 43”

Al cumplirse once años de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, miles claman justicia

Ciudad de México.- Han pasado 11 años desde que 43 normalistas de Ayotzinapa fueron desaparecidos en Iguala, Guerrero. Sus familiares lo tienen claro: fue el Ejército, aunque señalan que sólo se han enfrentado a obstáculos para acceder a la información que tienen y, acusan, se niegan a entregar.

Un año más, padres y madres de los 43 alumnos de la Normal “Isidro Burgos” de Ayotzinapa marcharon al Zócalo de la Ciudad de México para reclamar al Ejército Mexicano la entrega de información clave del caso, así como la pronta extradición de Tomás Zerón de Lucio y del juez José Ulises Bernabé García, a quienes la justicia no parece alcanzarlos.

“Una sombra ha sido el muro del Ejército. Por eso en este espacio, como una gran luz, la solidaridad de cada uno de ustedes”, proclamó una de las madres en el antimonumento de los 43, antes de hacer el pase de lista.

Cientos de normalistas salieron a las calles para exigir verdad y justicia que no han obtenido en tres sexenios: “¿Por qué, por qué, por qué nos asesinan? si somos la esperanza de América Latina”, coreaban al unísono.

Durante la protesta, que comenzó en el Ángel de la Independencia y finalizó en el Zócalo capitalino, se exigió a la Secretaría de la Defensa entregar los 800 folios que contienen información del traslado de 17 estudiantes desde la estación de policía municipal de Barandilla hasta las afueras de Iguala.

Los padres, madres, tíos y otros parientes marchaban con la fotografía de los estudiantes en una lona colgada del pecho. Muchos con el cabello encanecido y las ojeras marcadas que recuerdan que más de una década no ha pasado en vano.

Hilda Legideño, madre de Antonio Tizapa, leyó el pronunciamiento de los familiares que han pasado once años a contracorriente en busca de verdad y justicia.

“Seis de nuestros compañeros se han quedado en el camino sin tener noticias del paradero de sus hijos. Varios de nosotros también cargamos el pesar de las enfermedades que se van agravando día a día”, reiteró.

“Nuestros pasos se han vuelto lentos, pero nos mantenemos de pie con la esperanza de que nuestros hijos regresen”, expresó la madre del normalista.

Con voz firme, subrayó que no volverán a engañarlos con una “verdad histórica” ni retrocederán con los avances que se han logrado hasta ahora.

Bloque negro

Paralelo al mitin pacífico de los padres y madres, grupos de encapuchados se enfrentaron a policías antimotines y por una hora aventaron bombas molotov, cohetones y artefactos explosivos hacia ellos. Esto, en la plaza joyera del Zócalo.

Aunque la organización pacifista Marabunta intentó parar los ataques, integrantes del bloque negro vandalizaron una tienda Circle-K, para después saquearla y regalar los productos a asistentes de la marcha.

Además, estudiantes se dijeron identificados con este grupo y recriminaron la represión por parte de policías capitalinos.

A su paso por la marcha, también pintaron distintas rejas de negocios con las frases: “¡26 de septiembre no se olvida! ¡Es de lucha combativa!”, “¡Nos faltan 43!”, “Gobierno opresor”, “¿Dónde están mis hermanos, Peña?” y “Ayotzinapa vive”.