CIUDAD DE MÉXICO, abril 21 (EL UNIVERSAL).- A pocos meses de cumplir 46 años de carrera, el cantante Pedro Fernández está cierto en que, todo lo que vivió, lo volvería a vivir; sin importar qué tan duras fueron las batallas y la niñez solitaria que atravesó, el cantante seguiría el mismo camino que lo llevó a vivir el concierto de anoche en la Arena de la Ciudad de México donde revivió gran parte de su historia musical, interpretando 40 de sus canciones más exitosas.
Pedrito, como lo llamaban cuando comenzó su carrera, debutó en la música a los siete años, luego que don Vicente Fernández le diera la oportunidad de contactarlo con la disquera con la que él grababa sus álbumes; ese sería sólo el comienzo de una vertiginosa carrera de éxitos que fueron revividos ayer, en la primera parada del "Te doy la vida tour".
Minutos posteriores a las 21:00 horas, el originario de Guadalajara salió del escenario enfundado en un traje de charro blanco y en compañía de un grupo de mariachi que musicalizó el recital durante más de dos horas de música continua; hasta temas que el cantante lanzó en la época que interpretó música pop, como "Maniquí", que fue adaptada a las trompetas, los violines, la guitarra y el guitarrón.
Y así como miles de fans mostraron su entusiasmo por volver a ver al cantante bailando con su característico movimiento de caderas, hubo un personaje famoso que también se dio cita en el espectáculo, cuando Pedro se percató de su presencia en el público, no dudó ni un segundo para enterar a toda la Arena de su presencia.
Se trató de nada más y nada menos que el actor Eduardo Yáñez, a quien le agradeció su apoyo y hasta una canción le dedicó; la de "Perdóname", de Rigo Tovar, un tema muy ad hoc al actor, pues habla del gran atractivo físico que tiene un hombre, quien no puede evitar enamorar a las mujeres que lo conocen.
El cantante de 54 años incluyó tres canciones de su nuevo álbum; "Te doy la vida", "De repente" y "Dulcecito de tamarindo".
Además, interpretó varios de sus más grandes éxitos como "El aventurero", "Yo no fui", "Mi forma de sentir", "Amarte a la antigua" y, por supuesto, "La de la mochila azul".
De hecho, hubo un momento muy emotivo del concierto, cuando Fernández se tomó un momento para reflexionar y echar la vista atrás, en el que aseguró que se sentía muy agradecido por cómo se había dado los acontecimientos en su vida, pues de esa manera sembró la carrera que tiene en la actualidad, en la que cuenta con el apoyo incondicionalidad de sus fans.
"Quiero decirles que, si yo volviera a tener la oportunidad de volver a nacer, elegiría a volver a ser Pedrito Fernández, volvería a elegir cantar la de ´La mochila azul´, elegiría tantas cosas hermosas maravillosas que he podido volver a vivir", dijo, provocando la conmoción de las y los presentes.
Sin duda, otro de los momentos más conmovedores fue cuando presentó a su invitado de lujo; José Manuel Figueroa, hijo de Joan Sebastián, al que recordó que conoció cuando tenía sólo nueve años y a quien admira por la gran carrera que labró como cantautor.
Fue entonces que dieron paso para homenajear al "poeta del pueblo" con su interpretación de "Secreto de amor", muy bien recibida por el público.
Mientras cantaban el tema, se podían ver proyectadas dos fotografías en las que Fernández posaba junto a Joan Sebastian, tanto en su niñez como en su juventud.
También cantaron el tema "Maracas" antes de que José Manuel se despidiera del escenario y le enviara este mensaje a su colega:
"Pedro, gracias por la invitación, de verdad, de todo corazón, es un honor estar aquí, gracias por esta gran invitación de poder compartir contigo el escenario, te amo y felicidades por este gran éxito".
Gema y Osmara, dos de sus hijas, también acompañaron al cantante en el escenario; en ambas ocasiones, mostró el gran orgullo que siente por sus hijas, quienes poco a poco han incursionado en el mundo de la música.