Ciudad de México.- El atuendo de Carlos llegó desde Ciudad Juárez: un vestido dorado tejido por su hermana para que él pudiera acudir a la Marcha del Orgullo LGBTTTIQA+.
Muchos de los asistentes le pedían fotos, le hablaban y Carlos les respondía con una sonrisa. “Para mí representa que somos libres, que peleamos por lo que nosotros queremos: libertad”, expresó el joven.
Carlos fue sólo uno de los miles de asistentes a la 46 edición de la Marcha del Orgullo, que este año dio un espacio a la exigencia de justicia a través del Bloque Disidente, que recorrió Paseo de la Reforma cargando un ataúd blanco como forma de protesta y para visibilizar los transfeminicidios y la violencia criminal en contra de las personas trans.
¡Justicia! Fue el grito que siguió a la lista de nombres de quienes han sido víctimas de la violencia de género.
A la par, frente al Congreso de la Ciudad de México, en Donceles y Allende, otro grupo exigió que se legislen los transfeminicidios y como parte de la protesta realizaron algunas pintas y colgaron una especie de tendedero con sus demandas.
La Marcha del Orgullo también fue de fiesta y convocó no sólo a quienes forman parte de la comunidad, sino a familias enteras, que mostraron el amor por sus familiares, quienes se declaran abiertamente gays, lesbianas, trans.
Los carros alegóricos que circularon sobre Paseo de la Reforma llevaban música, baile e incluso permitían subir a algunas personas.
Los asistentes que arribaron al primer cuadro de la Ciudad portaron banderas, pancartas, sombreros, collares que los hacía diferenciarse, porque eso es lo que buscaban, diferenciarse del resto de la sociedad.
Una sociedad que cree tener un mismo género, una sociedad que da pasos cortos para el entendimiento entre los grupos, una sociedad que entre las cúpulas, entre los equipos, termina por disminuirse frente a la algarabía que el sábado derrocharon.
Durante la enorme movilización, las personas caminaban de un lado a otro sobre Paseo de la Reforma. Caminaron, bebieron. Las banderas del orgullo vueltas al cielo, tal vez, un lugar en donde todos sean plenos.
Asimismo, el Gobierno de la Ciudad de México informó que 260 mil personas, entre integrantes de comités, colectivos, activistas y población en general participaron en la XLVI Marcha del Orgullo LGBTTTIQ+.