PHOENIX (AP) — Mientras la primera ola de calor de la temporada empieza a superar los 38 grados Celsius (100 grados Fahrenheit), los bomberos de Phoenix —la ciudad más calurosa de Estados Unidos— adoptan una nueva táctica con la que esperan salvar más vidas en un condado donde el año pasado murieron 645 personas por golpe de calor.
A partir de esta temporada, el Departamento de Bomberos de Phoenix sumergirá a las víctimas de golpes de calor en hielo durante el trayecto a hospitales de la zona. La técnica médica, conocida como inmersión en agua fría, es similar a la que emplean corredores de maratón y soldados y también ha sido adoptada hace poco por hospitales de Phoenix como el protocolo por defecto, explicó el capitán de bomberos John Prato.
Prato hizo una demostración del método esta semana ante la unidad de urgencias del Centro Médico Valleywise en Phoenix, en la que se colocaron cubos de hielo en una bolsa azul impermeable en torno a un maniquí médico que representaba a un paciente. La técnica, explicó, podría bajar de forma drástica la temperatura corporal en cuestión de minutos.
"Apenas la semana pasada tuvimos un paciente crítico que pudimos recuperar antes de cruzar las puertas de la unidad de urgencias", dijo Prato. "Ese es nuestro objetivo, mejorar la supervivencia de los pacientes".
El tratamiento del golpe de calor ha hecho que el hielo y las bolsas de inmersión de tamaño de una persona sean equipamiento estándar en todos los vehículos de emergencias de los bomberos de Phoenix. Es una de las medidas adoptadas este año, conforme las temperaturas y su coste humano suben aún más. Por primera vez, Phoenix también mantendrá abiertos durante la noche dos centros de refresco.
Los trabajadores de emergencias en buena parte de la zona entre el sureste de California y el centro de Arizona se preparan para lo que el Servicio Meteorológico Nacional describió como "fácilmente el tiempo más caluroso" desde el pasado septiembre.
Se han emitido alertas por calor excesivo entre el miércoles por la mañana y el viernes por la noche para zonas del sur de Nevada y Arizona, con máximas previstas de 43,3 ºC (111 1F) en Las Vegas y Phoenix. Se espera que ese tiempo más cálido de lo habitual para la época del año se extienda hacia el norte y llegue a zonas del noroeste de la costa del Pacífico para el fin de semana.
Las cifras definitivas publicadas este año, que recogían 645 muertes asociadas al calor en el condado de Maricopa, la mayoría en Phoenix, conmocionaron a las autoridades en el condado más grande de Arizona. El periodo más brutal fue una ola de calor con 31 días consecutivos de temperaturas por encima de los 43,4 ºC (110 ºF) o más, que se cobró más de 400 vidas.
"En los últimos tres años estamos viendo un grave incremento en los casos de enfermedad grave por calor", indicó el doctor Paul Pugsley, director médico de medicina de emergencia en Valleywise Health. En torno al 40% de los afectados no sobrevive.
Refrescar a los pacientes mucho antes de que lleguen a la unidad de urgencias podría cambiar la estadística, señaló.
La técnica "no se utiliza de forma muy extendida en hospitales no militares de Estados Unidos ni en la preparación prehospitalaria de bomberos o trabajadores de emergencias", señaló Pugsley. Eso podría deberse en parte a la arraigada percepción de que emplear esa técnica para todos los casos de golpe de calor en atención de emergencia o incluso en hospitales era poco práctico o imposible.
Pugsley dijo que tenía referencias de un uso limitado de la técnica en algunos lugares de California, como el Centro Médico Stanford en Palo Alto y el Centro Médico Comunitario Regional en Fresno, así como por parte de los bomberos de San Antonio, Texas.
El Centro Médico de la Universidad Banner en Phoenix adoptó el protocolo el verano pasado, explicó el doctor Aneesh Narang, director médico asistente de medicina de emergencia en el hospital.
"Esta terapia de inmersión en agua fría en realidad es el tratamiento estándar para atender a los pacientes de golpe de calor", señaló.